Palma colombiana: la inclusión de mujeres impulsa un nuevo modelo productivo
La agroindustria de la palma en Colombia apuesta por la inclusión con su nueva Política de Equidad de Género, que busca ampliar la participación femenina y mejorar la competitividad del sector.
En medio de los desafíos estructurales que atraviesa la agroindustria, Colombia da un giro significativo con una apuesta que combina inclusión y productividad. La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) presentó su Política de Equidad de Género, una herramienta pionera que busca garantizar la participación activa, justa y representativa de las mujeres en todos los niveles del sector palmero.
Esta iniciativa no solo responde a una demanda social urgente, sino que también se posiciona como una estrategia de competitividad. La equidad, plantea Fedepalma, no es solo un valor ético: es una vía concreta para mejorar la productividad, el clima laboral, la sostenibilidad y la eficiencia en la cadena de valor.
La necesidad de una política con enfoque de género
Históricamente, la palmicultura ha sido un espacio predominantemente masculino, sobre todo en los niveles de liderazgo y toma de decisiones. Sin embargo, las mujeres cumplen un rol clave -aunque muchas veces invisible- en esta cadena productiva. La nueva política parte de una premisa clara: sin igualdad no hay desarrollo sostenible ni agroindustria moderna.
Ejes concretos de acción
Lejos de ser una declaración simbólica, la política presentada por Fedepalma se traduce en un plan de acción con líneas estratégicas definidas. Entre ellas se destacan:
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Sensibilización y formación para transformar imaginarios culturales y sesgos de género.
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Acompañamiento técnico y organizacional a empresas del sector que quieran avanzar en equidad.
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Revisión de procesos laborales y de gestión para asegurar condiciones justas e inclusivas.
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Monitoreo constante a través de indicadores de género que permitan evaluar avances y ajustar estrategias.
Inclusión como motor de desarrollo
La evidencia es contundente: la participación femenina en espacios rurales mejora la innovación, aumenta la rentabilidad y amplifica el impacto social. Fedepalma apuesta a que cerrar brechas de género no solo es un acto de justicia, sino también una decisión estratégica que eleva la calidad y sostenibilidad del sector.
Un modelo exportable al agro colombiano
El enfoque integral de esta política puede inspirar a otras cadenas agroindustriales a adoptar esquemas similares. En un contexto global donde los mercados valoran cada vez más la responsabilidad social y la equidad, iniciativas como esta refuerzan la competitividad y la reputación del agro colombiano.
Con esta política, la palmicultura colombiana da un paso firme hacia un modelo más justo, inclusivo y eficiente. Fedepalma no solo incorpora la equidad de género en su agenda gremial, sino que sienta un precedente para el agro del futuro: uno donde la igualdad no es un ideal, sino una condición indispensable para el desarrollo.