Papilomatosis bovina: una afección viral que reduce el rendimiento productivo del ganado
Esta enfermedad, frecuente en bovinos jóvenes, provoca verrugas en piel y mucosas, afectando el crecimiento, la producción de leche y la reproducción.
La papilomatosis bovina es una enfermedad viral causada por el papilomavirus bovino que se transmite principalmente por contacto directo entre animales o mediante objetos contaminados que lesionan la piel, como jeringas, bozales, alambres o postes. Aunque no suele ser mortal, su impacto sobre la productividad es significativo, especialmente en animales jóvenes.
Las lesiones típicas son verrugas que pueden aparecer en distintas zonas del cuerpo, incluyendo el cuello, la cabeza, la ubre, los genitales e incluso el interior de la boca. Estas formaciones pueden interferir con la alimentación, la ordeña y el apareamiento, además de predisponer a infecciones secundarias si se lesionan. El diagnóstico suele ser visual, ya que las verrugas presentan un aspecto característico que facilita su identificación por parte del veterinario o el productor.
Tratamiento y prevención en la explotación
En algunos casos, las verrugas desaparecen de forma espontánea, pero existen tratamientos que aceleran la recuperación y reducen el riesgo de pérdidas productivas. Entre las prácticas más comunes está la hemoterapia, que consiste en extraer sangre del propio animal y reinyectarla para estimular su sistema inmune. También se utiliza sulfato de cobre, inyectable o en baños, como inmunoestimulante, y antibióticos en casos de infecciones secundarias. Otra alternativa es la elaboración de autovacunas a partir de las verrugas trituradas del mismo animal, con el fin de inducir una respuesta inmune más efectiva.
La prevención es clave: mantener buenas prácticas de higiene, evitar el uso compartido de agujas, aislar a los animales infectados y suplementar con vitaminas A, D y E para reforzar el sistema inmunológico. Consultar al veterinario es fundamental para seleccionar el tratamiento más adecuado y garantizar la recuperación del animal, minimizando así el impacto económico en la producción de carne o leche.
La papilomatosis bovina, aunque común, puede controlarse con un manejo sanitario riguroso y atención temprana, protegiendo la salud del rodeo y preservando su potencial productivo.