La carne paraguaya pisa fuerte en los mercados internacionales hacia fin de año
Con el regreso de las cuadrillas kosher y crecientes ventas al exterior, el sector bovino paraguayo apuesta a un cierre de año con precios más justos para el productor y expansión del hato ganadero.
La industria cárnica de Paraguay encara la recta final de 2025 en un momento histórico. Factores como el retorno de las cuadrillas kosher en octubre y el dinamismo de mercados internacionales han generado optimismo entre productores y exportadores. Según la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), este panorama abre una ventana para consolidar mejores precios y reactivar la expansión del hato hacia 2027.
Uno de los hitos más esperados es la reactivación de las cuadrillas kosher, que habían interrumpido su actividad en el país. Estas visitas son esenciales para asegurar el cumplimiento de normas religiosas en determinados mercados judíos, y su regreso permite reabrir nichos de exportación con alto valor agregado. Se espera que comiencen operaciones nuevamente en octubre, coincidiendo con un momento de fuerte demanda.
El mercado exterior ya viene mostrando señales favorables. En agosto, Israel se consolidó como el segundo mayor destino de la carne paraguaya, posición que refuerza su rol estratégico en la colocación internacional. Junto con Israel, países como Chile, Estados Unidos, Canadá y naciones del sudeste asiático sostienen su demanda, otorgando una diversificación de destinos que reduce la dependencia de mercados únicos.
Este contexto externo responde también a un fortalecimiento interno: mejores precios pagados al productor están incentivando un aumento en la producción para engorde, ya sea en confinamiento o mediante suplementación a campo. Los productores perciben que los valores actuales son "justos" y estables, lo que anima a mantener intensiones de entrega hasta fin de año.
Las cifras confirman la tendencia: en lo que va de 2025, la faena bovina alcanzó cifras históricas, con un crecimiento del 6 % respecto a 2024, equivalente a unas 90.000 cabezas adicionales faenadas hasta agosto. Este volumen coloca al año en curso como el segundo más alto de los últimos 15 años, solo detrás del récord de 2021.
En cuanto a exportaciones, los datos más recientes destacan que Paraguay mantiene un crecimiento sostenido. En la primera mitad del año, los embarques de carne bovina aumentaron con fuerza hacia varios mercados prioritarios. Por ejemplo, las ventas a Israel se quintuplicaron respecto al mismo período anterior, mientras que envíos hacia Estados Unidos y Canadá muestran mejoras tanto en volumen como en precio unitario. En paralelo, algunos países del sudeste asiático incrementaron sus órdenes ante la favorable relación calidad-precio ofrecida por las carnes paraguayas.
Para 2025, las proyecciones apuntan a que Paraguay cerrará el año con un récord de exportaciones en dólares, gracias al mayor premium que ofrece la carne con certificación kosher, cortes Premium, carne deshuesada y carne enfriada. Esa diversificación en presentaciones permite capturar más valor en cada tonelada exportada.
El optimismo del sector se extiende hacia 2026 y especialmente 2027. Las proyecciones internas señalan que la expansión del hato ganadero será la clave para sostener la capacidad exportadora futura. La combinación de mejores precios internos, apertura de mercados, eficiencia productiva y estabilidad logística es vista como la hoja de ruta para un ciclo próspero.
No obstante, quedan desafíos por atender: asegurar la consistencia en la calidad requerida por los mercados más exigentes, fortalecer la trazabilidad en toda la cadena, optimizar la infraestructura de transporte desde los campos hasta los frigoríficos y puertos, y sostener planes de alimentación animal ante variaciones climáticas o de insumos.
Paraguay transita un momento auspicioso en el sector bovino. La reactivación kosher, el crecimiento de exportaciones hacia mercados estratégicos y los mejores precios internos convergen para dejar una expectativa de cierre de año beneficioso para los productores. Si el país logra mantener el rumbo técnico y comercial, podría estar dando inicio a una nueva etapa de expansión sostenible en su industria cárnica.