La industria frigorífica paraguaya desacelera en octubre con menor nivel de faena
El sector procesó 165.955 bovinos, un 5 % menos que en septiembre, marcando la segunda cifra más baja del año, según datos del Senacsa.
La faena de bovinos en Paraguay experimentó en octubre una nueva desaceleración que reflejó el menor dinamismo industrial del segundo semestre. Según los datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), durante el mes se procesaron 165.955 cabezas, cifra que se ubica como la segunda más baja del año, apenas por encima del registro de marzo, cuando se habían contabilizado 163.566 animales.
El volumen procesado confirma una caída del 5 % respecto a septiembre, cuando la faena había alcanzado 174.348 cabezas. En total, las plantas frigoríficas produjeron 42.300 toneladas de carne, en un entorno marcado por oferta limitada de hacienda gorda, ajustes en los precios de compra y mayor cautela en la planificación industrial ante la evolución de los mercados externos.
Menor ritmo industrial y oferta ajustada
El comportamiento de octubre responde a factores productivos y comerciales que vienen afectando el desempeño de la cadena cárnica paraguaya desde mediados del año. La oferta de animales terminados continúa restringida, especialmente en las zonas donde la disponibilidad de pasturas se vio condicionada por la irregularidad climática. Las lluvias intermitentes y el cambio en las temperaturas generaron condiciones heterogéneas de engorde, lo que limitó el volumen de ganado apto para faena industrial.
A esto se suma una estrategia de compra más selectiva por parte de las industrias, que buscan equilibrar sus costos ante un escenario de precios internacionales en fase de ajuste. El contrato de referencia para la carne vacuna en los principales destinos de exportación mostró una tendencia de estabilización a la baja, lo que impactó en las cotizaciones locales y redujo el margen operativo de las plantas.
El sector ganadero se enfrenta, además, a un aumento de costos de producción -particularmente en alimentación, energía y logística-, que presionan sobre la rentabilidad tanto del criador como del industrial. Este contexto llevó a que muchas plantas ajustaran su nivel de actividad para priorizar la eficiencia y la colocación estratégica de los cortes con mejor salida en los mercados de alto valor.
Composición de la faena y balance anual
De acuerdo con el informe oficial, los toros concentraron más de la mitad del total mensual con 86.615 cabezas, seguidos por 20.898 novillos, 26.127 vacas y 32.315 vaquillas. Esta distribución refleja una mayor participación de categorías adultas, que tradicionalmente aportan mayor volumen de carne y un peso promedio más alto por res.
Si bien la actividad de octubre muestra una contracción puntual, el desempeño global del año se mantiene dentro de parámetros estables. Entre enero y octubre, Paraguay acumuló 1.901.799 bovinos faenados, cifra prácticamente equivalente al volumen del mismo período de 2024. Los picos de mayor actividad se concentraron en mayo y julio, meses en los que las condiciones de oferta y precios internacionales impulsaron una faena más dinámica.
El Senacsa subraya que, pese a la moderación del ritmo industrial, los indicadores sanitarios y de trazabilidad se mantienen sólidos, lo que permite preservar la reputación del país como proveedor confiable en los mercados internacionales. Paraguay conserva su acceso a más de 40 destinos de exportación, con ventas firmes hacia Chile, Brasil, Rusia e Israel, y una participación creciente de mercados asiáticos que valoran la carne paraguaya por su calidad y cumplimiento sanitario.
En materia comercial, las exportaciones de carne bovina totalizaron entre enero y septiembre 42,3 mil toneladas, por un valor que ronda los 198,8 millones de dólares, según datos del Banco Central del Paraguay. Esto representa una reducción interanual cercana al 14 % frente a los 230,8 millones del mismo período de 2024.
A pesar de la caída en el ingreso total, la carne sigue posicionada como uno de los principales rubros de exportación de la canasta paraguaya, con una participación del 3,8 % del total nacional. El rubro conserva su relevancia económica y social, ya que involucra a miles de productores y genera una red de empleo que abarca toda la cadena de valor, desde el campo hasta la industria y la logística internacional.
De cara al cierre del año, analistas del sector prevén que la faena podría mantener niveles moderados, acompañando el ajuste del mercado externo y la dinámica del clima local. La disponibilidad de pasturas en el inicio de la temporada estival será clave para definir el comportamiento de la oferta de ganado terminado y, por ende, la capacidad operativa de los frigoríficos en los próximos meses.
El balance de octubre confirma un escenario de transición en la ganadería paraguaya, con menor presión de oferta, ajuste en los precios internacionales y una actividad industrial más prudente, pero sin pérdida de competitividad. En un contexto de márgenes ajustados y demanda cambiante, la estrategia del sector apunta a mantener la estabilidad sanitaria y comercial, mientras el país consolida su presencia como exportador relevante dentro del Mercosur y del mercado global de carne vacuna.

