Ganaderos alertan: suspender la vacunación sería un error histórico
Las asociaciones de criadores rechazan el plan del Gobierno y advierten sobre el riesgo económico y sanitario para la ganadería
El debate sobre la vacunación contra la fiebre aftosa volvió a encenderse en Paraguay. Las asociaciones de criadores de las cinco principales razas bovinas del país difundieron un comunicado categórico en el que exigieron mantener la inmunización obligatoria como única forma de resguardar la sanidad del rodeo nacional.
El mensaje fue claro y sin matices: "Paraguay debe seguir vacunando contra la fiebre aftosa. Levantar la vacunación sería un error histórico que pondría bajo amenaza a toda la ganadería nacional". Con estas palabras, los productores marcaron distancia de la posición del Gobierno, que busca avanzar hacia un estatus sanitario sin vacunación.
Para los criadores, la medida no solo es imprudente, sino directamente peligrosa. "Estamos convencidos de que la vacunación es la única garantía real para proteger nuestro rodeo bovino y asegurar la continuidad del crecimiento de la ganadería", expresaron en el documento.
El fantasma del 2011 y el costo de un error sanitario
El comunicado hace memoria de un episodio que todavía resuena en el sector: el brote de aftosa de 2011, cuando Paraguay perdió más de 700 millones de dólares en cuestión de semanas por el cierre inmediato de mercados internacionales. La crisis derrumbó los precios, destruyó la confianza y golpeó de lleno a la economía.
"Ese antecedente es la advertencia más clara de lo que puede suceder. Un solo error puede costar miles de empleos, mercados estratégicos y el prestigio internacional construido durante décadas", remarcan las asociaciones.
La vacunación, agregan, es parte del blindaje sanitario que permitió al país sostener el crecimiento de su ganadería y consolidarse como uno de los principales exportadores de carne bovina del mundo. El rodeo paraguayo supera actualmente los 14 millones de cabezas, y la carne es el segundo rubro de exportación del país, solo detrás de la soja.
"La salud del rodeo es la salud de la economía"
Los ganaderos insistieron en que la ganadería es "motor de la economía paraguaya y fuente de desarrollo social en todo el país". Recordaron además que la cadena cárnica involucra a miles de familias rurales y constituye un sostén clave para las economías departamentales.
En su mensaje, subrayaron que "no se negocia con la seguridad sanitaria" y que la suspensión de la vacunación abriría la puerta a riesgos innecesarios, debilitando las posibilidades de Paraguay en mercados estratégicos como Chile, la Unión Europea, Israel o Taiwán, que exigen altos estándares de inocuidad.
La posición de los criadores también busca influir en el plano internacional. Varios países de la región han mostrado cautela frente a la estrategia de abandonar la vacunación. El propio Brasil, mayor productor y exportador mundial, mantiene un plan gradual y altamente controlado para zonas específicas, con fuerte monitoreo de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Para los productores paraguayos, la situación del país es distinta: "La realidad de nuestra ganadería y el contexto regional exigen prudencia. No podemos correr riesgos que pongan en jaque al principal patrimonio de los paraguayos", señalaron.
Un debate que recién empieza
El comunicado de las asociaciones anticipa que el debate en torno a la vacunación seguirá creciendo en los próximos meses. El Gobierno busca avanzar hacia un estatus sanitario sin vacunación como estrategia de apertura de nuevos mercados, pero enfrenta la resistencia frontal del sector ganadero organizado.
Entre tanto, el recuerdo del 2011 opera como un freno a cualquier decisión apresurada. En un país donde la carne es sinónimo de identidad y motor económico, los productores cierran filas: "La salud de nuestro rodeo es la salud de nuestra economía".