El campo paraguayo apuesta a consolidar su estatus sanitario antes de dejar de vacunar
La Asociación Rural del Paraguay avanza en una propuesta integral para reforzar el sistema sanitario y sostener la inmunización mientras evalúa condiciones para un eventual levantamiento futuro.
El sector ganadero de Paraguay se encamina hacia una nueva etapa en su política sanitaria. La Asociación Rural del Paraguay (ARP), junto con referentes del ámbito productivo y técnico, se encuentra ultimando los detalles de un plan integral de fortalecimiento sanitario, cuyo eje será la continuidad de la vacunación contra la fiebre aftosa.
El proyecto -que se presentará oficialmente entre fines de octubre y comienzos de noviembre- busca garantizar la estabilidad del estatus sanitario del país, en un contexto en el que se discuten los plazos para levantar la vacunación obligatoria.
"Estamos muy avanzados, ya en la recta final de la propuesta", confirmó el presidente de la ARP, Daniel Prieto, en declaraciones a Valor Agro. Explicó que el plan no solo actualiza el esquema de vacunación, sino que incorpora una visión más amplia sobre los requisitos técnicos e institucionales que el país debe cumplir antes de considerar cualquier cambio en la estrategia sanitaria.
Prieto subrayó que aún no existen condiciones suficientes para suspender la vacunación, debido a que "tenemos muchas asignaturas pendientes". El documento será, según el dirigente, una hoja de ruta que oriente las decisiones futuras del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y del propio Gobierno.
Un esquema de fortalecimiento sanitario con visión preventiva
El nuevo plan de la ARP incluirá la revisión del calendario de vacunación y la definición de plazos y objetivos concretos para cada fase. También contempla la capacitación continua de los productores, el fortalecimiento institucional de las entidades encargadas del control sanitario, y la actualización de manuales y protocolos operativos.
Uno de los puntos destacados será la implementación de una evaluación permanente de riesgos sanitarios, con enfoque preventivo, para anticipar posibles amenazas y tomar decisiones basadas en evidencia científica. Además, el plan prevé un seguimiento sistemático de los programas sanitarios de países vecinos, especialmente Brasil, Argentina y Uruguay, con el fin de mantener una coordinación regional que permita evaluar condiciones comunes.
"Será un nuevo plan para fortalecer todo lo que está pendiente y preparar el terreno para que, el día de mañana, podamos pensar seriamente en un levantamiento de la vacunación", explicó Prieto.
En el plano institucional, la propuesta también apunta a consolidar la relación entre el sector público y privado, garantizando la sostenibilidad del sistema sanitario y la transparencia en la ejecución de los programas. La ARP considera que el proceso debe estar acompañado de mecanismos de verificación internacional, alineados con las directrices de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Desde la ARP remarcan que el objetivo inmediato no es eliminar la vacunación, sino optimizarla y asegurar que cualquier decisión futura esté respaldada por resultados técnicos y no por plazos políticos. En este sentido, Paraguay busca evitar riesgos que puedan afectar su estatus de país libre de fiebre aftosa con vacunación, condición clave para mantener los mercados internacionales de carne vacuna, principal motor de su economía rural.
El anuncio del plan llega en un momento estratégico para el país, que exporta más de US$ 2.000 millones en carne bovina al año y depende de su reputación sanitaria para sostener destinos exigentes como Chile, Taiwán y la Unión Europea.
Con este proyecto, la ARP busca garantizar que Paraguay siga siendo un referente en sanidad animal regional, priorizando la prevención y la cooperación técnica antes de avanzar hacia un escenario sin vacunación.