Paraguay dejará de vacunar contra la aftosa en 2026: Senacsa informó a EE.UU.
El Senacsa informó a las autoridades norteamericanas sobre su plan de suspender la vacunación, aunque persiste la resistencia de productores y frigoríficos.
El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) comunicó oficialmente a Estados Unidos que Paraguay avanza en su programa de erradicación de la fiebre aftosa, lo que incluye la suspensión de la vacunación a partir de 2026. La decisión, acompañada por medidas de identificación y trazabilidad animal, fue transmitida por el presidente de Senacsa, José Carlos Martin, a las autoridades del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS), dependiente del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
En un documento enviado en junio, APHIS destacó de manera positiva la intención paraguaya: "Nos complace saber que Paraguay planea continuar con acciones técnicas para mejorar el programa nacional y ajustar algunos de sus componentes, como la suspensión de la vacunación contra la fiebre aftosa en 2026". La comunicación agregó que este paso refleja la intención de lograr un sistema sanitario equivalente al estadounidense, lo cual facilitaría una mayor apertura comercial para la carne paraguaya.
Entre el avance técnico y las dudas internas
La confirmación de este plan posiciona a Paraguay en un momento estratégico, ya que la condición de país libre de fiebre aftosa sin vacunación es una de las más valoradas en los mercados internacionales de carne. Países como Chile, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos mantienen exigencias sanitarias estrictas que se abren solo a naciones que acrediten esa condición.
Sin embargo, el anuncio también genera resistencias internas. Varios productores y frigoríficos expresaron que no existe consenso para dejar de vacunar en el corto plazo, dado que la inmunización ha sido durante décadas la principal herramienta para mantener bajo control la enfermedad. El temor de un eventual brote en ausencia de vacunas preocupa a los actores del sector, que ven en el cambio una medida riesgosa.
Un desafío para la ganadería paraguaya
Paraguay ocupa el octavo lugar como exportador mundial de carne vacuna, con más de 450.000 toneladas enviadas en 2024, principalmente a Chile, Taiwán, Brasil y Rusia. El acceso a nuevos mercados de alto valor es un objetivo estratégico, y alcanzar el estatus de libre de aftosa sin vacunación es clave para ello.
No obstante, la implementación del plan implica ajustes profundos en la trazabilidad animal y en los sistemas de control sanitario. Desde Senacsa remarcan que la transición no será inmediata y que durante los próximos meses se fortalecerán los mecanismos de identificación, registro de movimientos y vigilancia epidemiológica.
La visión internacional
Para Estados Unidos, la decisión paraguaya marca un paso positivo hacia la equivalencia sanitaria con su propio sistema. APHIS señaló en su comunicación que mantiene su disposición a seguir en contacto con Senacsa para acompañar los avances y evaluar los protocolos implementados. Esta interacción es vista como un gesto de confianza que podría allanar el camino a un acercamiento comercial más sólido entre ambos países.
El debate que viene
Más allá del respaldo internacional, el debate en Paraguay continúa abierto. Productores argumentan que la vacunación sigue siendo necesaria en un contexto regional donde otros países, como Brasil y Bolivia, aún mantienen áreas con riesgo sanitario. La cercanía geográfica y la intensa dinámica comercial generan inquietud respecto a la posibilidad de reintroducción del virus.
En contraste, las autoridades del Senacsa insisten en que la transición es inevitable y que el país debe alinearse con los estándares de los mercados más exigentes si quiere sostener y ampliar sus exportaciones. Para ello, buscan avanzar en un proceso gradual y acompañado de consensos, que permita reducir la percepción de riesgo entre los actores de la cadena.
El desafío de Paraguay no se limita a la suspensión de la vacuna: supone demostrar que su sistema sanitario tiene la capacidad de prevenir, detectar y responder ante cualquier brote de fiebre aftosa, sin depender del calendario de inmunizaciones.