El primer cuatrimestre de 2025 marca un hito en las agroexportaciones peruanas por vía aérea, impulsadas por tres cultivos estrella: los mangos, espárragos y arándanos frescos, que concentraron más del 65% del volumen total según datos de ComexPerú. Este desempeño revela no sólo una demanda global creciente, sino también una estrategia exitosa de diversificación y posicionamiento de frutas premium en mercados exigentes.

Durante los primeros cuatro meses del año, se embarcaron 36.203toneladas por vía aérea, un aumento del 32,2% comparado con el mismo período de 2024. El alza apunta a una logística optimizada y a nichos de alta rentabilidad internacional, con valor agregado desde el campo a la mesa del consumidor.

Los mangos frescos encabezan la lista con 14.348toneladas, representando un crecimiento notable del 70,7%, y acaparando casi el 40% del total exportado en este tramo. Este resultado coloca al sector del mango en una posición privilegiada, sustentada en variedades de alta calidad y en flujos comerciales bien establecidos hacia mercados como Europa y EE.UU.

Le siguen los espárragos frescos o refrigerados, con 7.420toneladas (+9,4%), representando el 20,5% del volumen total, y los arándanos frescos con 1.896toneladas (+26,5%), equivalentes al 5,2% de los envíos aéreos. Estos productos reflejan una respuesta coordinada entre campos, procesos de empaque y demanda global.

Este trío de cultivos no tradicionales consolida su espacio: pasan de ser alternativas a convertirse en protagonistas, con un impacto positivo en la balanza exportadora y en la dinámica del sector rural. Su éxito se traduce en mayores ingresos, empleo especializado y nuevas oportunidades para pequeñas comunidades productoras.

Sin embargo, este crecimiento también impone retos en el campo: los productores deben mejorar aspectos como la trazabilidad, inocuidad, gestión poscosecha y cumplimiento regulatorio en mercados exigentes. Además, la presión logística, la limitación de espacio en vuelos y fluctuaciones de precio requieren atención para sostener la competitividad.

La apuesta por cultivos de alto valor añade complejidad, pero también amplia beneficios. La cadena agroexportadora se profesionaliza, hay competitividad en mercados estacionales y se potencian sinergias entre actores públicos y privados. Para el Perú, se trata de definir si este modelo será una excepción o el nuevo estándar de su agricultura globalizada.

Los datos del primer cuatrimestre confirman que mangos, espárragos y arándanos han dejado de ser productos emergentes para volverse ejes de la agroexportación aérea peruana. Su liderazgo -sólido y creciente- proyecta un campo transformado, conectado al mundo y listo para nuevos desafíos.