Preocupa al sector lechero la caída internacional de los precios: cuarto ajuste consecutivo
La cotización global de los lácteos sumó su cuarto descenso en fila, encendiendo alarmas en la lechería uruguaya por su impacto en la rentabilidad de productores e industrias.
El sector lácteo uruguayo observa con preocupación el comportamiento del mercado internacional, luego de que se confirmara el cuarto ajuste consecutivo en las cotizaciones de los productos lácteos. Esta tendencia descendente amenaza con recortar márgenes y comprometer la rentabilidad de productores e industrias vinculadas a uno de los pilares exportadores del país.
De acuerdo con los últimos datos del mercado global, los valores promedio de la leche en polvo, la manteca y los quesos volvieron a retroceder, impactados por una menor demanda internacional y por los cambios de consumo en mercados clave como China y el sudeste asiático. Esto genera inquietud en los tamberos uruguayos, que ya enfrentan costos elevados en alimentación, energía e insumos.
Los exportadores alertan que la continuidad de esta tendencia podría complicar la planificación comercial de cara al segundo semestre del año, especialmente si no se recuperan volúmenes de compra en destinos estratégicos. También advierten sobre la pérdida de competitividad frente a competidores como Nueva Zelanda o la Unión Europea, que cuentan con subsidios o apoyos más agresivos para apuntalar sus cadenas lácteas.
Dirigentes de la industria recalcaron que el sostenimiento de precios deprimidos amenaza con desalentar inversiones en genética, infraestructura y sistemas de producción más eficientes, en un contexto donde se busca justamente modernizar el sector para ganar mercados de alto valor.
A nivel local, los productores temen que esta situación pueda derivar en un ajuste a la baja en el precio de la leche remitida a las plantas, lo que afectaría directamente la economía de los establecimientos más pequeños y familiares, que suelen tener menos espalda financiera para soportar períodos prolongados de baja rentabilidad.
Algunos analistas sostienen que la caída responde a un reacomodamiento global de inventarios tras la recuperación pospandemia, sumado a la cautela de los importadores ante las incertidumbres geopolíticas y económicas globales. Sin embargo, advierten que si esta tendencia no se revierte pronto, la cadena láctea uruguaya podría verse obligada a revisar sus planes de producción y exportación para el cierre de 2025.
Desde las gremiales tamberas se hizo un llamado a sostener el apoyo técnico y financiero para evitar que la coyuntura internacional derive en un retroceso de la producción, con el consiguiente impacto en el empleo rural y la recaudación de divisas para el país.
En medio de la incertidumbre, el sector aguarda la próxima licitación internacional como termómetro para saber si podrá esperarse una recuperación de precios en el corto plazo. Mientras tanto, los tamberos ajustan costos, optimizan la eficiencia y piden previsibilidad para poder seguir sosteniendo la producción de uno de los alimentos más estratégicos para la canasta básica mundial.