Sésamo paraguayo conquista el mundo: casi toda la producción se exporta
Con calidad reconocida a nivel global, el sésamo paraguayo sigue generando divisas y oportunidades para pequeños productores, que encuentran en este cultivo un aliado clave para la economía rural.
Paraguay consolida su posicionamiento como referente mundial en el mercado del sésamo, logrando exportar casi la totalidad de su producción. Según datos compartidos por referentes del sector, alrededor del 99% de la cosecha anual se destina al comercio exterior, principalmente hacia destinos asiáticos y europeos, donde el producto paraguayo goza de un reconocimiento creciente por su calidad.
Este éxito exportador se debe al esfuerzo de miles de pequeños y medianos productores que han apostado al sésamo como alternativa de renta y diversificación. La producción se concentra principalmente en los departamentos de San Pedro, Concepción, Caaguazú y Alto Paraná, zonas que cuentan con suelos y condiciones climáticas ideales para el cultivo.
Un cultivo con fuerte impacto social
El sésamo se ha transformado en un motor económico para numerosas familias rurales, ya que permite generar ingresos rápidamente, con inversiones moderadas y precios atractivos en los mercados internacionales. Además, su demanda estable y la posibilidad de comercialización a través de cooperativas o intermediarios otorgan al productor cierta previsibilidad en un contexto de volatilidad para otros rubros agrícolas.
Autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay destacan que el país exporta semillas de alta calidad, cumpliendo con exigentes estándares de inocuidad, trazabilidad y sostenibilidad, lo que le ha abierto las puertas a nichos premium.
Mercados exigentes, pero promisorios
Entre los destinos más relevantes de la semilla paraguaya se encuentran Japón, Corea del Sur, Alemania, Países Bajos y Turquía. Estos países valoran las características organolépticas y sanitarias del sésamo paraguayo, que se produce en su mayoría bajo sistemas de agricultura familiar.
Además, se está trabajando en mejorar la industrialización local, explorando la elaboración de aceite y derivados con valor agregado, para captar aún mayores beneficios dentro del territorio paraguayo.
Perspectivas alentadoras
Productores y exportadores confían en que la demanda internacional seguirá firme en los próximos años, especialmente con consumidores cada vez más interesados en productos saludables y de origen confiable. En ese sentido, el sésamo paraguayo parece tener todo a favor: calidad, tradición y un entramado social que apuesta a su desarrollo como cultivo insignia.
Con este escenario, Paraguay ratifica su rol como protagonista regional en la exportación de sésamo, fortaleciendo no solo su balanza comercial, sino también el arraigo y la prosperidad de sus comunidades rurales.