República Dominicana

Pulpa y chips: el banano dominicano busca abrirse camino en Asia y Rusia

Tras perder liderazgo en Europa, productores apuestan a la industrialización del banano con pulpa y chips como alternativas para conquistar mercados lejanos.

El banano dominicano busca reinventarse en el mercado internacional. Aunque República Dominicana llegó a ser el principal exportador de banano orgánico hacia Europa, en los últimos años perdió posiciones y hoy se ubica en el tercer lugar, detrás de Costa Rica y Ecuador.

Frente a este escenario, los productores ven una oportunidad en la industrialización del fruto para acceder a destinos lejanos como Rusia y China, donde la distancia dificulta la llegada del banano fresco.

El presidente de la Asociación Dominicana de Productores de Banano (Adobanano), Gil Blas Martínez, explicó durante el XXVII Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario, celebrado en Bávaro, que la clave está en procesar la fruta en derivados como pulpa o chips, capaces de soportar los largos trayectos logísticos y responder a nuevas demandas de consumo.

"Tenemos una gran oportunidad con los mercados de Rusia y China", afirmó, al subrayar que la diversificación de productos es esencial para sostener la competitividad del sector.

El desafío de expandirse hacia Asia y Europa del Este no pasa solo por encontrar nuevos nichos de mercado. Según el expresidente de Adobanano, Salvador Estévez, gran parte de las plantaciones dominicanas tienen entre 25 y 35 años de antigüedad, lo que limita la productividad y eleva los costos.

La renovación de las fincas, indicó, es un paso indispensable para recuperar rentabilidad. "El Estado debe contribuir a modernizar las plantaciones; de lo contrario, no será posible competir con eficiencia", sostuvo.

Además, los altos costos de fertilizantes siguen presionando los márgenes de los productores, que ven en la industrialización una vía para generar valor agregado y compensar los gastos.

Otro de los puntos señalados por Estévez es la necesidad de mejorar la logística portuaria, en particular en Manzanillo, uno de los principales puntos de embarque. "Antes los barcos permanecían tres días en puerto; ahora apenas 24 horas. Esto exige una cadena de frío eficiente para garantizar que la fruta salga a tiempo sin afectar su llegada a Europa", advirtió.

La creación de infraestructura de refrigeración no solo facilitaría el comercio con los destinos tradicionales, sino que también sería clave para manejar productos industrializados que requieran condiciones de almacenamiento específicas.

Certificaciones y calidad

Pese a las dificultades, el banano dominicano mantiene altos estándares de calidad e inocuidad. El sector cuenta con entre cinco y seis certificaciones internacionales, que actúan como un "pasaporte" para ingresar a los mercados más exigentes.

Estévez remarcó que preservar esa reputación es fundamental para mantener los destinos actuales y abrir puertas en nuevos mercados. "No se trata solo de vender más, sino de vender mejor", señaló.

La visión de largo plazo discutida en el encuentro agropecuario apunta a que República Dominicana no dependa exclusivamente del banano fresco, sino que consolide una oferta industrializada capaz de competir en distintos segmentos del mercado internacional. La pulpa congelada y los chips, cada vez más demandados por consumidores en Asia y Rusia, aparecen como los productos más prometedores.

En un contexto donde la seguridad alimentaria global y las preferencias de consumo cambian rápidamente, el banano dominicano se prepara para dar un salto estratégico: transformar un producto tradicional en un bien industrializado que pueda viajar más lejos y conquistar nuevos paladares.

Agrolatam.com
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