Menos tambos, más leche: Rio Grande do Sul reduce productores pero sostiene la oferta
En una década, el número de establecimientos se desplomó de más de 84 mil a menos de 29 mil, pero la producción se mantiene estable gracias a la mayor escala y especialización de los productores que permanecen en la actividad.
El sector lácteo de Rio Grande do Sul vive un proceso de transformación estructural. En apenas dos años, entre 2023 y 2025, el número de productores de leche cayó un 12,3 %, pasando de 33.019 a 28.946 establecimientos. Sin embargo, la oferta se mantuvo estable, con un leve aumento de 0,2 %, alcanzando los 3,84 mil millones de litros anuales.
Los datos provienen del Informe Socioeconómico de la Cadena Productiva de la Leche en RS, elaborado por Emater/RS y presentado durante la 48ª Expointer en Esteio. La investigación confirma una tendencia que se viene consolidando en la última década: en 2015 había más de 84.000 establecimientos dedicados a la lechería, casi tres veces más que hoy.
El Valor Bruto de Producción (VBP) de la leche en Rio Grande do Sul asciende a R$ 9,5 mil millones anuales, posicionándola como el quinto producto más relevante del estado, detrás de la soja, el arroz, el pollo y la carne de cerdo.
El rebaño también se redujo, aunque en menor medida. En los últimos dos años pasó de 769.812 a 742.578 vacas, una baja del 3,5 %. Pese a ello, la producción se sostuvo gracias a un aumento en la escala de las unidades productivas.
En 2015, cada tambo promediaba 13,95 vacas; hoy son 25,65. La productividad diaria también dio un salto: de 137 litros por establecimiento en 2015 a 363,8 litros diarios en 2025.
"Menos productores, con rebaños más pequeños pero especializados, logran sostener prácticamente el mismo volumen de leche. Esto refleja un proceso de concentración que deja fuera a los pequeños y favorece a los más grandes", explicó Jaime Ries, asistente técnico estatal de Lechería de Emater.
El 85,5 % de los productores y el 86,1 % de la producción de leche se concentran en apenas 273 municipios (54,9 % del total). Las regiones más dinámicas son Vale do Caí, Planalto, Alto Uruguai, Nordeste y Celeiro.
En paralelo, 111 municipios ya cuentan con explotaciones lecheras legalizadas, que en conjunto suman 173 plantas procesadoras.
La reducción del número de tambos se explica por la baja rentabilidad y la falta de mano de obra joven dispuesta a continuar con la actividad, un fenómeno que atraviesa a toda la lechería brasileña.
Aun así, la leche sigue siendo un motor económico clave en Rio Grande do Sul, no solo por su aporte al PIB agropecuario, sino también por el efecto multiplicador que genera en las economías locales.