Soja brasileña gana terreno en China mientras el maíz pierde competitividad internacional
El empuje de la soja de Brasil sostiene precios internos y desplaza a EE.UU. en el mercado chino, pero el maíz enfrenta la presión de una oferta global abundante y la competencia de Argentina y Estados Unidos.
Las exportaciones de soja brasileña han mostrado una notable solidez durante 2025 y se perfilan como un factor clave en el comercio internacional de granos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Comercio Exterior (Secex), entre enero y julio se enviaron 77 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 2 % respecto al mismo período del año pasado.
Según un análisis de Rabobank, Brasil podría cerrar la campaña 2024/25 con 110 millones de toneladas exportadas, consolidando su papel como principal proveedor global de soja y reforzando su protagonismo en el mercado chino, tradicionalmente dominado en el segundo semestre por Estados Unidos.
El banco holandés destacó que este desempeño ha tenido un efecto directo en las primas de los puertos brasileños, que sostienen los precios internos incluso frente a fundamentos bajistas como la cosecha récord 2024/25 y la reconstrucción de inventarios mundiales de oleaginosa.
"La persistencia de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, sumada a la ausencia de compras chinas de soja estadounidense, ha mantenido firme la demanda del producto brasileño, al menos hasta mediados de octubre de 2025", subrayó Rabobank.
Perspectivas para la soja 2025/26
Rabobank advierte, sin embargo, que la expansión del área sembrada en Brasil será limitada. El crecimiento esperado es de apenas 1,5 %, muy por debajo del promedio histórico del 3,5 %. Factores como el ajuste de márgenes, las altas tasas de interés y la incertidumbre geopolítica han desalentado nuevas inversiones.
Con estos condicionantes, la producción de soja en 2025/26 se estima en 175 millones de toneladas, un volumen elevado, aunque con un ritmo de expansión más moderado.
El contraste del maíz
Mientras la soja mantiene su dinamismo, el maíz brasileño enfrenta dificultades en el mercado internacional. Entre enero y julio, las exportaciones cayeron un 25 % respecto al mismo período de 2024, presionadas por la competencia del maíz estadounidense y, más recientemente, por la reducción de impuestos a las exportaciones en Argentina, que fortalece la competitividad de su grano.
Rabobank anticipa que la entrada de la cosecha estadounidense en las próximas semanas acelerará los envíos desde el mayor exportador mundial, lo que limitará aún más el espacio para el maíz brasileño en los destinos tradicionales.
En este contexto, el tipo de cambio se vuelve un factor estratégico para garantizar la competitividad del maíz de Brasil frente a sus rivales en el mercado internacional.
Demanda interna y etanol
A pesar de las presiones externas, el mercado interno muestra mayor estabilidad. Un factor determinante ha sido la demanda creciente de las plantas de etanol a base de maíz, que en los primeros ocho meses del año consumieron 14,5 millones de toneladas, lo que significa un aumento del 18 % respecto a 2024.
Este dinamismo del sector bioenergético ha ayudado a sostener los precios domésticos del cereal, amortiguando el impacto de la caída en el comercio internacional.
El análisis de Rabobank revela un panorama dual: mientras la soja brasileña se fortalece en China, aprovechando la disputa arancelaria entre Washington y Pekín, el maíz pierde espacio frente a la ofensiva de Estados Unidos y Argentina.
La evolución de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China, junto con la volatilidad cambiaria, será decisiva para determinar si Brasil mantiene su protagonismo en soja y logra defender la competitividad de su maíz en los próximos meses.