Soja en Chicago: leve repunte tras caídas y con la mirada puesta en Brasil
Los futuros de la oleaginosa recuperaron terreno este miércoles luego de perder más de 1% en la jornada previa. El inicio de la siembra en Brasil y la ausencia de compras chinas marcan el ritmo del mercado.
El mercado internacional de la soja abrió la jornada de este miércoles con un respiro tras las fuertes pérdidas del día anterior en el Chicago Board of Trade (CBOT). Los contratos de la oleaginosa registraron una toma de ganancias que permitió una leve recuperación, aunque los fundamentos que presionan a los precios siguen muy presentes.
Hacia las 7:20 a. m. (hora de Brasilia), los contratos más operados subían apenas 0,50 puntos: el vencimiento de noviembre se ubicaba en US$10,41 por bushel, mientras que el de marzo alcanzaba los US$10,75. Si bien el rebote ofrece alivio a los operadores tras la caída superior al 1% de la jornada previa, las perspectivas de corto plazo se mantienen frágiles.
El mercado atraviesa una fase de transición estacional. En Estados Unidos, la cosecha 2024/25 está prácticamente finalizada y sin grandes sorpresas en términos de productividad, lo que resta estímulos a los precios. El foco de los operadores se desplaza ahora hacia Sudamérica, especialmente Brasil, donde se dio inicio a la siembra de la nueva campaña 2025/26. El clima en las próximas semanas será determinante, dado que las proyecciones apuntan a una nueva temporada récord de producción.
A diferencia de años anteriores, las lluvias iniciales han sido relativamente favorables en los estados productores del centro-oeste brasileño, como Mato Grosso, Goiás y Mato Grosso do Sul. Sin embargo, persisten dudas respecto al impacto del fenómeno La Niña, que podría alterar la distribución de precipitaciones en los próximos meses y generar episodios de sequía. Cualquier señal de estrés hídrico en zonas clave podría disparar una mayor volatilidad en Chicago.
En paralelo, otro factor que sigue pesando sobre las cotizaciones es la ausencia de compras chinas en el mercado estadounidense. Tradicionalmente, el gigante asiático aumenta sus adquisiciones en esta época del año para abastecer a su industria de molienda. Sin embargo, este ciclo ha mostrado un ritmo de importaciones más pausado, con preferencia hacia la oferta sudamericana y un manejo más ajustado de los stocks internos.
La turbulencia financiera global también se refleja en las materias primas agrícolas. La incertidumbre en los mercados accionarios y la fortaleza relativa del dólar ejercen presión sobre los precios de los granos. Para los fondos de inversión, la soja se mantiene como un activo sensible a los vaivenes macroeconómicos, lo que amplifica las caídas en jornadas de mayor aversión al riesgo.
Analistas señalan que, en ausencia de noticias contundentes, los precios podrían oscilar en rangos acotados durante las próximas semanas. La clave estará en el clima sudamericano y en la capacidad de China para reactivar sus compras. Si la siembra en Brasil avanza sin contratiempos y se confirman proyecciones de otra cosecha histórica, el mercado podría enfrentar una presión bajista adicional en el inicio de 2025.
En este escenario, países como Argentina y Paraguay también comienzan a perfilar su nueva campaña. En Argentina, los productores siguen atentos a la disponibilidad de financiamiento y al impacto de las políticas económicas sobre la comercialización, mientras que en Paraguay la expectativa está puesta en consolidar los niveles de producción alcanzados en el ciclo previo. Ambos países, junto con Brasil, definirán el volumen exportable de la región en 2025.
Desde el punto de vista de la demanda global, los márgenes de molienda en China y la evolución del consumo de proteína animal en Asia marcarán el pulso de las compras internacionales. Al mismo tiempo, Europa y el sudeste asiático mantienen un rol complementario en la absorción de oferta, aunque sin el peso suficiente para modificar la tendencia si China no acelera su ritmo de importaciones.
Por el lado de Estados Unidos, la finalización de la cosecha deja al mercado con un panorama relativamente estable, aunque los exportadores buscan recomponer competitividad frente a la agresiva oferta sudamericana. La competencia por precios será un elemento central en los próximos meses, en un contexto donde los márgenes logísticos y el costo de transporte también incidirán en la ecuación comercial.
En síntesis, la recuperación de este miércoles en Chicago refleja más un ajuste técnico que un cambio de tendencia. Los fundamentos siguen dominados por el avance de la siembra brasileña, la inactividad china en el mercado norteamericano y la volatilidad financiera global. Los operadores miran hacia Sudamérica con atención: si el clima acompaña y la producción avanza rumbo a un nuevo récord, el desafío para los precios será mayor hacia el inicio del próximo año.