Soja uruguaya pierde competitividad y se vende hasta US$ 44 más barata que la brasileña
Factores de calidad, costos logísticos y menor demanda china colocaron a la soja de Uruguay en una posición desfavorable frente a Brasil y Argentina en 2025.
Un diferencial de precio que preocupa
El mercado internacional de la soja atraviesa un escenario de fuertes diferencias de precios entre orígenes, y Uruguay ha sido uno de los países más golpeados en 2025. Según el director de Agrosud, Fernando Villamil, este año el grano uruguayo llegó a cotizar entre US$ 40 y US$ 44 por tonelada menos que la soja brasileña, cuando lo habitual era una brecha de apenas US$ 12 a US$ 15 respecto al puerto de Paranaguá.
La principal razón detrás de este fenómeno es la concentración de compras de China en Brasil, el mayor exportador mundial. La menor presencia de Estados Unidos -que suele ser el segundo proveedor más importante para el gigante asiático- encareció aún más la soja brasileña, ampliando la diferencia frente a otros orígenes.
En el caso uruguayo, esa oportunidad de precios no pudo aprovecharse debido a la pérdida de calidad en el contenido de proteína, un factor que en años anteriores otorgaba premios o evitaba descuentos en el mercado internacional. Este año, los niveles de proteína se ubicaron por debajo de lo habitual, limitando la capacidad de negociación con compradores exigentes.
A ello se suman costos logísticos adicionales: para embarcar hacia China, la soja uruguaya debe cargarse en el puerto de Nueva Palmira y completarse en Montevideo para salir con buques de 60.000 a 70.000 toneladas. En 2025, una parte significativa del volumen tuvo que cargarse en Argentina debido a la alta producción en la zona de Buenos Aires. Ese complemento se realizó con soja argentina -más costosa y sin diferencias de calidad en proteína-, lo que encareció aún más la operación.
Villamil también señaló que un importante comprador chino no participó activamente este año debido a su exigencia de niveles de humedad más bajos que el estándar del grano uruguayo. Esta ausencia recortó la demanda y dejó menos margen de negociación.
En Argentina, el comportamiento del mercado fue similar al de Brasil, ya que China concentró parte de sus compras. Sin embargo, el destino principal de la soja argentina es la industrialización interna, y no la exportación directa, lo que generó una fuerte competencia entre la exportación y las industrias locales, impulsando los precios internos.
En contraste, la soja estadounidense llegó en varios momentos del año a venderse más barata que la uruguaya, ya que la falta de compras chinas obligó a Estados Unidos a colocar su producción en otros destinos a precios reducidos.
Con una brecha récord de precios frente a Brasil y un escenario internacional más exigente, el reto para Uruguay será recuperar calidad, optimizar logística y diversificar mercados para recuperar competitividad y asegurar un mejor posicionamiento en la próxima campaña.