¿Tiene futuro el rubro ovino? La Federación Rural lanza un plan de salvataje con 10 medidas urgentes
Frente al estancamiento productivo y comercial, la Federación Rural propone un paquete de acciones para revitalizar el sector ovino, con foco en incentivos fiscales, control de predadores, financiamiento y acceso a mercados.
La producción ovina atraviesa uno de sus momentos más complejos. Con precios estancados, pérdida de competitividad frente a otras cadenas ganaderas y una caída sostenida del stock, el rubro reclama políticas claras que reactiven su capacidad productiva. En este contexto, la Federación Rural presentó un documento titulado "Medidas de shock necesarias para revertir la situación del rubro ovino", con diez propuestas concretas que buscan cambiar el rumbo del sector.
El paquete incluye iniciativas de corto y mediano plazo, enfocadas en la comercialización, la sanidad, la fiscalidad, el acceso al crédito y la articulación institucional. Una de las propuestas más relevantes es la revisión del Protocolo de Exportación de Carne Ovina con Hueso a Estados Unidos, que hoy limita el potencial del país para posicionarse en nuevos mercados. Se plantea flexibilizar las condiciones y ampliar las oportunidades de colocación internacional.
Otro punto crítico es el de los predadores, en especial las jaurías que atacan a los rebaños. El gremio reclama que el Instituto Nacional de Bienestar Animal asuma un rol más activo y concreto en la prevención de estos ataques, que representan un factor de desmotivación y pérdida económica directa para los productores.
En cuanto a la producción de lana, la Federación propone limitar al 40% el uso de lana importada bajo admisión temporaria, condición para que los usuarios accedan a beneficios impositivos. También se busca eliminar el IVA a la lana lavada y peinada destinada al uso artesanal, como forma de dinamizar economías familiares y emprendimientos rurales.
Dentro del capítulo fiscal y financiero, el plan incluye medidas como exoneraciones para la adquisición de baños portátiles de inmersión, reducción del 50% en los aportes al BPS para las máquinas de esquila, y líneas de crédito a dos y tres años para la retención de vientres y compra de reproductores. A esto se suma la necesidad de alivios fiscales inmediatos para recomponer el stock y la inversión en los predios.
El documento también solicita el fomento al consumo interno, con la incorporación de carne ovina en las compras públicas, algo que permitiría generar demanda sostenida y valorizar el producto local. Además, se plantea simplificar los trámites para autorizar la faena predial de ovinos, en especial para pequeños productores.
Una mención especial tiene el Plan Nacional de Erradicación de la Mosca de la Bichera, considerado un pilar clave para mejorar la sanidad del rodeo ovino y reducir pérdidas productivas. La concreción plena del plan es vista como una herramienta imprescindible para profesionalizar y escalar la actividad.
Por último, la Federación hace énfasis en la necesidad de relanzar la estrategia institucional del rubro. Para eso, propone fortalecer el trabajo coordinado entre el Instituto Nacional de Carnes, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, el Secretariado Uruguayo de la Lana, la Universidad de la República, frigoríficos y empresas privadas. Solo con una gobernanza robusta será posible reposicionar al ovino como parte estructural de la ganadería nacional.
Esta propuesta integral no solo busca mitigar la crisis actual, sino también abrir una nueva etapa para un rubro que ha sido históricamente central en el paisaje rural uruguayo. Con planificación, estímulo productivo y visión de mercado, el ovino todavía puede recuperar el terreno perdido.