Uruguay sostiene el precio más alto del novillo en el Mercosur y abre la mayor brecha regional en un año
El valor del novillo uruguayo supera los US$ 5,30 por kilo carcasa, muy por encima del promedio del bloque. Mientras Brasil compensa con volumen y Argentina sufre por la devaluación, Paraguay mantiene estabilidad.
El mercado de hacienda en el Mercosur atraviesa una coyuntura que refleja tanto la fortaleza como las asimetrías internas del bloque. Mientras Uruguay consolida el precio más alto del novillo de exportación y amplía la brecha frente a Brasil y Argentina, la región muestra estrategias divergentes para enfrentar un mercado global de carne en máximos históricos.
Uruguay: firmeza en los precios pese a menor volumen
Con un novillo tipo exportación que alcanzó US$ 5,36 por kilo carcasa, Uruguay se mantiene como el país con la cotización más elevada del Mercosur. Este nivel, que lleva 34 semanas consecutivas sin retrocesos, responde a una combinación de demanda estable y un perfil exportador enfocado en cortes de mayor valor agregado.
La faena semanal se ubicó en 42.000 cabezas, un 5% por debajo del promedio de las últimas diez semanas, mientras que las exportaciones de septiembre proyectan 32.000 toneladas equivalente carcasa, un 22% menos que en 2024. El modelo uruguayo apuesta menos al volumen y más a consolidar precios premium en destinos exigentes.
Brasil: récord en exportaciones, menor en precios
Del otro lado de la región, Brasil continúa cimentando su liderazgo por volumen. El novillo gordo cotiza en US$ 3,87, más de un dólar y medio por debajo del uruguayo, lo que genera una diferencia del 38,5%, la más alta en lo que va de 2025.
Pese a esta brecha, Brasil se encamina a un nuevo récord mensual, con exportaciones que superarán las 300.000 toneladas en septiembre. El valor FOB medio ronda los US$ 5.700 por tonelada, la segunda marca más alta desde fines de 2022, mostrando que la estrategia brasileña se centra en aprovechar escala y volumen más que en sostener precios elevados.
En Argentina, la combinación de oferta estable y un nuevo ajuste cambiario debilitó el valor del novillo pesado y trazado, que se ubicó en US$ 4,30, con una caída de 17 centavos en la última semana. La cuarta devaluación consecutiva del tipo de cambio industrial (4,2%) arrastró los precios en dólares, a pesar de que las ofertas en pesos permanecieron sin cambios.
El país se encuentra en una situación intermedia: con precios más altos que Brasil, pero todavía lejos del nivel uruguayo, y condicionado por la incertidumbre macroeconómica.
Paraguay mantiene un escenario más estable. El novillo apto para exportación a la Unión Europea se cotiza en US$ 4,55, sin variaciones semanales, gracias a una oferta reducida y un flujo de exportación que sostiene la demanda.
El Mercosur dividido entre valor y volumen
La foto regional es clara: Uruguay consolida un modelo de precios altos con menor volumen, Brasil lidera por escala exportadora, Argentina sigue condicionada por su economía interna y Paraguay mantiene un equilibrio con precios intermedios.
La brecha de más de 38% entre Uruguay y Brasil marca la mayor diferencia en más de un año y evidencia que el bloque no opera con un patrón homogéneo, sino con estrategias adaptadas a su contexto interno y a las oportunidades externas.
En los principales mercados externos, los precios se mantienen por encima de los niveles del Mercosur. En Estados Unidos, el novillo cerró en US$ 8,30 por kilo carcasa, apenas por debajo de los máximos históricos. En la Unión Europea, los valores alcanzaron un nuevo récord de US$ 9,09, consolidando la tendencia alcista global.
La firme demanda de China y de Estados Unidos sigue empujando los precios, mientras que las tensiones comerciales y los aranceles adicionales agregan incertidumbre.
El desafío para el Mercosur es equilibrar competitividad y sostenibilidad. Uruguay muestra que es posible sostener precios altos con nichos premium, Brasil apuesta al volumen y Argentina intenta mantener su lugar en medio de la volatilidad cambiaria.
El bloque, que concentra una de las mayores ofertas exportables de carne del mundo, enfrenta un escenario global favorable, pero con asimetrías internas que reflejan modelos productivos y comerciales muy distintos.