Uruguay enciende la polémica: productores ganaderos critican la suspensión de exportaciones
La decisión del gobierno de Orsi de frenar el envío de ganado en pie para faena inmediata desató fuertes comparaciones con las políticas kirchneristas en Argentina. El agro uruguayo advierte sobre el impacto económico y la pérdida de confianza internacional.
Uruguay vive horas tensas en su sector agropecuario, luego de que el gobierno de Yamandú Orsi resolviera suspender la exportación de ganado en pie con destino a faena inmediata. La medida, anunciada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), se justificó por la necesidad de asegurar el abastecimiento interno y preservar el equilibrio del mercado local, pero encendió alarmas en el sector ganadero.
La reacción no tardó en llegar. Productores, exportadores y analistas rurales criticaron duramente la decisión, alertando que podría tener consecuencias similares a las vividas por Argentina durante los años de restricciones bajo el kirchnerismo. La medida ha sido calificada como "intervencionista", "inconsulta" y "perjudicial para la imagen internacional del país".
"Así empezaron en Argentina y miren cómo terminó su ganadería", expresó un dirigente rural uruguayo en declaraciones reproducidas por medios locales. "Es una pésima señal para el mundo. Estamos atentando contra el prestigio que nos ganamos en décadas de trabajo, transparencia y confiabilidad en los mercados externos", advirtió.
Según fuentes del sector, casi el 15% del ganado exportado en pie se destinaba a faena inmediata en países vecinos, particularmente Brasil. La interrupción de este flujo afecta contratos ya establecidos y compromete relaciones comerciales que podrían ser difíciles de recomponer.
Además, los productores señalan que la medida no fue consultada previamente, y que contradice las promesas de campaña del presidente Orsi, quien se había manifestado a favor del libre comercio y del fortalecimiento del agro como motor del desarrollo nacional.
Preocupación por el efecto derrame
Los reclamos no provienen únicamente del sector ganadero. Frigoríficos, transportistas y trabajadores rurales temen por el impacto en toda la cadena de valor, en especial en momentos donde el país enfrenta una desaceleración económica.
Organizaciones como la Federación Rural del Uruguay (FRU) y las Asociaciones de Productores del Litoral ya solicitaron una reunión urgente con el ministro Fernando Mattos para revertir la decisión o, al menos, establecer un mecanismo que permita seguir exportando bajo ciertos criterios de cupo o trazabilidad.
Por su parte, desde el MGAP insisten en que la medida es temporal y que responde a una situación excepcional que se está monitoreando de cerca. "Estamos defendiendo los intereses del país y cuidando la sustentabilidad del rodeo nacional", explicaron.
El fantasma argentino
La referencia a Argentina no es casual. Durante los años 2006-2011, el gobierno de Néstor y luego Cristina Kirchner implementó restricciones a la exportación de carne para bajar los precios internos. El resultado fue una caída drástica del stock ganadero, pérdida de mercados internacionales y la destrucción de miles de pequeños y medianos productores.
En Uruguay, ese precedente sigue fresco, y muchos temen que una política similar pueda desandar años de crecimiento, apertura comercial y posicionamiento como país confiable.
"Las exportaciones son el corazón del agro uruguayo. No se puede jugar con eso por razones políticas o electorales", resumió un analista del Instituto de Estudios Agropecuarios de Montevideo.