La Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, está atravesando una de las misiones políticamente más complicadas en Washington: asegurar mano de obra para las granjas estadounidenses sin aparentar comprometer la línea dura de inmigración de la administración Trump .

Tras la decisión del presidente Trump de suspender temporalmente las redadas migratorias en granjas , Rollins se ha convertido en blanco de críticas de los partidarios de MAGA y de la línea dura en materia de inmigración . La acusan de respaldar una especie de amnistía para los trabajadores agrícolas indocumentados , a pesar de su larga trayectoria de apoyo a la seguridad fronteriza y las deportaciones .

Según fuentes internas, el equipo de Rollins contactó con firmas de cabildeo de Washington D. C. para ayudar a gestionar las consecuencias. Aunque el USDA lo negó oficialmente , los grupos de cabildeo agrícola confirman los esfuerzos para proteger a Rollins de ataques políticos. La reacción negativa ha suscitado preocupación entre los empleadores agrícolas , quienes la ven como una voz excepcional dentro de la administración que defiende sus necesidades laborales .

Trump , quien sigue siendo popular tanto entre agricultores como entre los intransigentes , ha emitido mensajes contradictorios . Reiteró que no se concederá ninguna amnistía, al tiempo que prometió un nuevo programa de trabajo para la mano de obra agrícola . Entre las opciones políticas que se han barajado se incluyen la simplificación del acceso a la visa H-2A y la posibilidad de que ciertos trabajadores indocumentados obtengan estatus legal mediante un sistema de " retorno legal ", que les exige salir y reingresar legalmente.

Rollins , por su parte, reafirmó públicamente el objetivo de una fuerza laboral 100% estadounidense , sugiriendo que los beneficiarios de Medicaid podrían cubrir la escasez de mano de obra con los nuevos requisitos laborales . Tanto críticos como aliados cuestionan la viabilidad de este enfoque.

Jessica Vaughan, del Centro de Estudios de Inmigración, advirtió que establecer excepciones para la agricultura podría sentar un precedente peligroso . "Si se hace esto con los agricultores , los sectores de la restauración y la hostelería serán los siguientes", afirmó.

A pesar de las dificultades políticas, los actores agrícolas se unen en apoyo a Rollins. El Consejo Nacional de Empleadores Agrícolas analizó cómo contrarrestar las críticas en redes sociales, e incluso sugirió la creación de cuentas en Truth Social para conectar directamente con los simpatizantes de MAGA .

El asunto subraya una contradicción más amplia dentro del Partido Republicano : cómo conciliar la estricta aplicación de las leyes migratorias con las realidades económicas de un sector agrícola con uso intensivo de mano de obra . La postura de Rollins refleja esa tensión. Como persona con amplia experiencia política y vínculos tanto con Trump como con el sector agrícola , su futuro político ahora pende de un hilo.