En junio el déficit comercial se redujo cerca de la mitad en relación al del mismo mes del año pasado, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos que informó este miércoles que pasó de 750 millones de dólares el año pasado a 382 mill/dól en 2018.
Los números se explican básicamente por la caída de las importaciones en un contexto recesivo y por la crisis cambiaria. El martes, el Indec informó que en mayo la economía se contrajo 5,8%.
Los datos de la balanza comercial de junio dicen que las exportaciones alcanzaron US$ 5.076 millones y las importaciones US$ 5.458 millones. El déficit fue US$ 382 millones. Las exportaciones cayeron 1,4% respecto al mismo mes del año anterior (74 millones de dólares). Los precios subieron 9,8% y las cantidades cayeron 10,2%.
Sin embargo. las importaciones cayeron más. En junio lo hicieron 7,5% respecto al mismo mes del año anterior (US$ 442 millones). Los precios subieron 4,7% y las cantidades se contrajeron 11,7%.
Las importaciones de bienes de capital cayeron 16,9%, las de bienes intermedios aumentaron 4,1%, las de combustibles y lubricantes cayeron 6,2%, las de piezas y accesorios para bienes de capital cayeron 10,3%, las de bienes de consumo cayeron 8,8% y las de vehículos automotores de pasajeros cayeron 15,0%. En términos desestacionalizados, las importaciones de junio de 2018 cayeron 10,8% respecto del mes anterior.
La contracción de la economía hace prever una ajuste del déficit comercial para este año según la mayoría de los economistas. "Los datos del ICA confirman que el ajuste del sector externo en el corto plazo se da vía un desplome en las importaciones", tuiteó Martín Vauthier, economista de Eco Go.
Al analizar los datos, la consultora Ecolatina señaló: "ya reflejan el impacto de la crisis cambiaria: las compras al exterior se redujeron -en valores- por primera vez desde diciembre de 2016 (2,8% en términos interanuales). Además, no se registraba una contracción de semejante magnitud desde julio de 2016 (-7,9% anual), pleno epicentro de la anterior recesión". En el mismo sentido, los datos resaltan el descenso abrupto de las cantidades importadas (-12%), mostrando su sensibilidad al freno de la actividad y el salto del dólar. "Lamentablemente, la merma del déficit externo de junio no se dio por buenas razones (boom exportador) sino por aspectos negativos: la crisis cambiaria y el enfriamiento de la actividad, que contrajeron las importaciones", resumió.
No obstante, la consultora ACM destaca la mejora -por sexto mes consecutivo- de los términos de intercambio. "Esta mejora en los términos de intercambio se explica por mejores precios de exportación (9,8% anual) que más que compensaron el mayor precio por las importaciones (4,7% anual)", comentó.
Para el segundo semestre del año, Ecolatina estima que la caída de las importaciones observada en junio se repetirá, máxime mientras la actividad continúe deprimida. Por el lado exportador, la menor incidencia del sector agropecuario y una mayor competitividad cambiaria ayudarán a que las ventas externas crezcan en la comparación interanual. Sin embargo, la constante revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento brasileñas impactarán negativamente en este punto. En 2018, el intercambio comercial cerraría en línea o levemente por debajo del déficit del año pasado: US$ 8.500 millones, presagió.
Desde la consultora abeceb, un informe advirtió: "dado el nuevo escenario macro, vemos que a diciembre las importaciones irán convergiendo a una expansión interanual de un dígito, con sucesivas caídas en el segundo semestre, en el total del año, aunque la floja dinámica de las exportaciones, y con riesgo a la baja por las malas perspectivas para el sector automotriz y los cereales, no permitirán cerrar el déficit más allá de lo que fue el guarismo de 2017, donde el rojo fue de US$ 8.400 millones".
