Los agricultores comienzan a hacer las primeras consultas con los asesores técnicos y vendedores de insumos para trigo. ¿Se puede repetir la producción del ciclo 2018/2019? A favor de esa posibilidad juega la gran disponibilidad de humedad visible en la mayoría de las zonas trigueras, según observa Carlos Calvo, titular de Red Surcos.
En contra, los menores precios que se ofrecen para la época de cosecha, del orden de los US$165/170 por tonelada versus los US$190 de igual momento de 2018, según distingue el consultor Sebastián Olivero.
Hacia adelante hay que considerar que los operadores esperan una recuperación de la producción mundial, luego de los problemas del año pasado. No obstante, esa expectativa requiere una buena evolución de los cultivos en los próximos meses.
En ese sentido, Olivero indica que "en estos días empieza el mercado climático del trigo en el hemisferio norte; por ahora las condiciones son favorables, pero pueden variar a sequía o a exceso de humedad rápidamente. Así, los precios internacionales pueden mostrar volatilidad al ritmo de los pronósticos climáticos porque los stocks mundiales son bajos".
Expectativa
También habrá que prestar atención al contexto interno. "En las primeras semanas del año los exportadores embarcaron mayor tonelaje que a igual fecha de 2018, luego se estancaron y actualmente están 15% abajo", explica Olivero. La causa de este declive fue la tranquilidad de los mercados externos.
"Hoy los exportadores argentinos están largos porque tiene anotadas ventas por 7,7 millones de toneladas y llevan comprados 10,8 millones. Van a ir ubicando el excedente en los próximos meses, pero mientras tanto no pagan precios altos", razona el asesor.
Por lo dicho, no aconseja cubrir la producción con los precios actuales, sino seguir de cerca la evolución del weather market y el comportamiento de la exportación en los próximos dos meses, para ver si hay oportunidad de algún repunte. Más allá de este monitoreo, los menores precios de 2019 obligarán a hacer "sintonía fina" en la superficie por sembrar con trigo.
En el sur de Buenos Aires, como único cultivo, habrá que implantarlo en lotes de alto potencial, mientras que en la región norte habrá que calcular el resultado en combinación con la soja posterior.
Por Carlos Marín Moreno
