Empecemos por la nueva y mejorada Triumph Scrambler 900, que incorpora interesantes cambios con respecto a la versión anterior. Como cambios destacables, recibe unos 10 HP más, o un 18% más de potencia, con una curva de torque revisada, para entregar una curva más plana (no incrementa el torque máximo). Suma además 3 modos de conducción (Road, Off Road & Rain), frenos Brembo de mayor potencia y una horquilla delantera mejorada.
Mantiene el ABS desconectable, el control de tracción desconectable y el diseño general de la versión anterior que probamos en uno de nuestros afamados Touch n' Go´s (Ver Nota)
El plato fuerte del lanzamiento fueron sin dudas las Scrambler 1200 en sus versiones XC y XE,con distinto nivel de equipamiento. ¿De que se trata esta moto? Imaginen una Thruxton, ahora pongan suspensiones de MX, un tablero digital y mucha electrónica. ¿El resultado? No queda claro, pero que nos gusta, nos gusta.
Los números son los siguientes: 89 Hp y unos módicos 110 Nm de torque a solo 3.950 RPM. Ambas versiones comparten el motor, el tablero, rodados, frenos y estética en general. Los cambios que diferencian el modelo XC, entrada de gama, si se puede llamar así, con el XE, tope de gama, son unos 5 cm de recorrido de suspensiones Showa delantera y Öhlins trasera que llegan a un máximo de 25 cm y una electrónica mejorada con ABS en curva y un modo de conducción más, llamado Off-Road Pro, para totalizar 6 modos en lugar de 5.
A pesar de ser Modern Classics, están muy aggiornadas con un tablero electrónico que permite el uso de una cámara GoPro, el primero en la industria, configurar música desde el celular via Bluetooth y la navegación por GPS. Algo que no era de esperarse en una moto Vintage. Para los amantes de lo Custom tienen cerca de 120 accesorios para acomodar su Scrambler a su personalidad, y esto es solo contando los accesorios originales de Triumph.
Triumph no nos comunicó precios o garantías, pero seguro seguro que baratas no son.
Si Steve McQueen estuviera vivo, y tomara anabólicos, esta sería su moto. Interesante conclusión, ¿no?.
