Después de que 2019 cerrara en terreno positivo por primera vez desde 2003, el intercambio comercial con Brasil volvió a mostrar un resultado negativo en el comienzo de 2020. Es que en enero se registró una leve caída en la balanza: el saldo fue de u$s-20 millones. Dicha cifra contrasta claramente con el superávit de u$s120 millones alcanzado el primer mes del año pasado.
"Más allá de este deterioro, al incluir en la comparación el resultado de enero 2018 (u$s-485 millones), se observa el efecto base de comparación. Por lo tanto, la performance no fue tan negativa como parecería a priori", analizó la consultora Ecolatina.
La reversión del saldo respondió a la caída en las exportaciones (-16,5% interanual), ya que las importaciones se mantuvieron virtualmente estancadas: -0,3% interanual. "La baja en los envíos a Brasil fue significativa, al punto tal que las ventas externas a este destino alcanzaron su menor valor desde marzo de 2017 y un piso para el mes de enero desde 2016", remarcó Ecolatina, que subrayó: "Dos factores fueron claves para esta dinámica. Por un lado, que la demanda de la principal economía del Mercosur no terminara de despegar. Por el otro, la depreciación nominal del Real (+5,3% durante enero) en un país con baja inflación, encareciendo relativamente a nuestros bienes respecto de los brasileños".
Desde Ecolatina remarcaron también que, si bien la caída de las importaciones brasileñas fue generalizada, se observa que la contracción en los envíos desde Argentina fue mucho mayor a la del resto de los países. "Como resultado, la participación argentina en el mercado vecino pasó de casi 5% en el primer mes de 2019 a 4,1% en enero 2020", sostuvo la consultora.
Por otra parte, en el informe también se subrayó que, "por el lado importador, el virtual estancamiento representa una buena noticia: las compras argentinas a Brasil mostraron caídas notorias entre julio 2018 y noviembre 2019, siempre superiores al 20% interanual".
De todas formas, más allá del desempeño de las exportaciones argentinas a Brasil en el primer mes del año, dicha evolución no sería extrapolable al resto de 2020. "Esto se debe principalmente a la mejora esperada en el mercado interno de Brasil que se materializaría con el correr de los meses y puntualmente en el caso del sector automotriz, al lanzamiento del nuevo Peugeot 208 a partir del segundo trimestre, modelo que se fabricará en la planta de El Palomar y cuya buena parte de la producción se destinará al país vecino. Así, se proyecta un aumento de las exportaciones totales a Brasil del orden de 5,9%, a u$s11.005 millones en 2020 (con vehículos creciendo al 9,2%). En cuanto a las importaciones, se espera que las mismas registren una modesta recuperación del 1,6% a u$s10.327 millones (con vehículos contrayéndose al 4,0%). Con todo, el superávit comercial bilateral sería de unos u$s680 millones en 2020, u$s450 millones superior al registro de 2019 (+u$s 229 millones), lo que equivaldría al guarismo más elevado desde el año 2002", proyectó, por su parte, la consultora ABECEB.
Ecolatina, en tanto, también proyectó "un tenue superávit, menor a los u$s1.000 millones, para el resultado comercial de 2020. De esta manera, el saldo caería levemente respecto del acumulado en 2019 (u$s+1.020 millones). Esto se explicaría por exportaciones e importaciones que crecerían tibiamente (por debajo del 2% i.a.). En consecuencia, la mejora en el neto se estiraría, pero el flujo de comercio continuaría en niveles muy bajos. De que las expectativas de recuperación de la economía brasileña efectivamente se materialicen y que el real no siga depreciándose y el peso argentino apreciándose, dependerá que este tibio superávit no se transforme en un equilibrio o, peor aún, nuevamente en un déficit".
