Tradicionales potencias como Australia y España han registrado caídas superiores al 30% en sus exportaciones, mientras que Chile, beneficiado por las condiciones climáticas del Desierto de Atacama, emerge como un proveedor clave de aceite de oliva ultra premium, capturando la atención de mercados exigentes, especialmente Japón.
La incertidumbre y escasez mundial de aceite de oliva han propiciado una valoración internacional de este producto. La disminución anticipada en la cosecha en países exportadores clave, como España y Australia, ha provocado una reducción en la oferta a granel. España, por ejemplo, ha experimentado una caída del 34% en sus exportaciones, siendo la primera vez que se sitúa por debajo del millón de toneladas exportadas. Australia anticipa una fuerte caída en su cosecha para 2024, estimada entre 18 y 19 millones de litros.
Chile, por su parte, destaca en este panorama, habiendo exportado 2.645 productos no tradicionales diferentes en enero de 2024, con el aceite de oliva resaltando significativamente. Japón se ha convertido en un mercado estratégico, siendo uno de los mayores consumidores del aceite de oliva chileno, con casi 36 mil toneladas exportadas en 2022.
El Embajador de Chile en Japón, Ricardo Rojas, resalta la calidad del aceite chileno y su posición en el mercado japonés, especialmente ante la crisis global en la producción de este producto. La capacidad de adaptación y las condiciones climáticas, en especial del Desierto de Atacama, han posicionado al aceite de oliva chileno en un lugar privilegiado a nivel mundial.
Mediante reconocimientos internacionales a productores nacionales y la comercialización efectiva por parte de empresas como Meisterwerk Holdings Inc., el aceite de oliva chileno, especialmente ICONO By More, ha ganado aprecio en Japón, siendo premiado como el mejor aceite de Latinoamérica.
La estrategia de Chile, apoyada por ProChile y la Embajada de Chile, ha sido meticulosa y efectiva, promoviendo su aceite de oliva en mercados de lujo a través de eventos exclusivos, catas, y la presencia de medios especializados.
Mirando al futuro, el embajador Ricardo Rojas destaca la oportunidad que la crisis global del aceite de oliva presenta para Chile, enfatizando en la innovación y expansión de estrategias de comercialización para posicionarse aún más fuerte en mercados internacionales como el japonés.