Zárate amaneció el viernes en una situación crítica. Las lluvias que comenzaron durante la madrugada rápidamente superaron los 230 milímetros, provocando anegamientos masivos, calles intransitables y barrios completamente aislados. La situación obligó a activar un operativo de emergencia con intervención del Gobierno nacional, que desplegó fuerzas federales y equipos de asistencia en coordinación con el municipio.
La tormenta no dio respiro. En apenas unas horas, colapsaron desagües, se interrumpió el tránsito en puntos clave como la Ruta Provincial 6 y la Ruta Nacional 12, y se produjeron cortes de energía eléctrica que todavía afectan a vastas zonas rurales y suburbanas.
Desde temprano, la Municipalidad de Zárate activó su Comité de Crisis, mientras que la Agencia Federal de Emergencias -dependiente del Ministerio de Seguridad- movilizó recursos humanos y logísticos. Prefectura, Policía Federal y Vialidad Nacional trabajan de manera conjunta para mitigar los efectos del temporal.
En paralelo, localidades cercanas como Campana, Exaltación de la Cruz y San Antonio de Areco también enfrentan serios inconvenientes por el agua acumulada, en una jornada que se volvió crítica para toda la región norte de la provincia de Buenos Aires.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó la movilización de equipos y aseguró que "las Fuerzas están preparadas para asistir". A través de redes sociales, comunicó que un equipo de la Agencia Federal de Emergencias viajó a Zárate para coordinar las tareas de contención y ayuda directa.
Por su parte, el intendente local, Marcelo Matkin, pidió a los vecinos que no salieran de sus casas salvo por emergencias. "Estamos ante una situación delicada. Ya cayeron 150 milímetros y esperamos mucha más lluvia. Suspendimos toda la actividad pública para abocar los recursos a la emergencia", advirtió en un mensaje difundido por redes sociales.
El viaducto de acceso a la ciudad también fue cerrado, lo que profundizó el aislamiento de algunos barrios. Según medios locales, varios sectores urbanos permanecen bajo agua, con evacuaciones espontáneas y sin asistencia inmediata debido a la complejidad del operativo.
Aunque hasta el momento no se reportaron víctimas fatales, la magnitud del temporal mantiene en vilo a toda la región. Las autoridades reiteran el pedido de no circular y mantenerse atentos a las actualizaciones oficiales.
Con un frente climático que sigue activo y más precipitaciones pronosticadas, la emergencia en Zárate y sus alrededores está lejos de concluir. El desafío ahora es atender lo urgente sin perder de vista lo estructural: la falta de obras hidráulicas adecuadas vuelve a quedar expuesta ante cada tormenta que golpea con fuerza el territorio bonaerense.
