respaldado por la escasez de suministros mundiales y una perspectiva de producción nublada por la guerra entre Rusia y Ucrania y las condiciones climáticas desfavorables de Estados Unidos.
El contrato de maíz más activo en la Bolsa de Comercio de Chicago (CBOT) subió hasta $7,90 el bushel, el nivel más fuerte desde septiembre de 2012, desde el cierre del jueves pasado de $7,83-3/4. Los mercados estadounidenses estuvieron cerrados el Viernes Santo.
A las 0640 GMT, el maíz CBOT subía un 0,7% a 7,89 dólares el bushel.
El trigo CBOT subió un 2% a $11,18-3/4 el bushel, mientras que la soja CBOT ganó un 0,5% a $16,90-1/2 el bushel.
"La situación en Rusia y Ucrania está (a) estancada", dijeron analistas de Zhongzhou Futures en China en una nota. "Todavía existen preocupaciones sobre la oferta (mientras) los precios del maíz fluctúan a niveles altos".
Los grandes especuladores elevaron su posición larga neta en futuros de maíz CBOT en la semana hasta el 12 de abril, según mostraron los datos regulatorios publicados el viernes.
Alrededor de 1,25 millones de toneladas de granos y semillas oleaginosas todavía se encuentran en barcos comerciales bloqueados en los puertos marítimos de Ucrania debido a la invasión de Rusia y parte de la carga puede deteriorarse en un futuro cercano, dijo el viernes el ministro de agricultura de Ucrania.
La guerra de casi dos meses entre dos de los principales productores y exportadores de granos del mundo ha interrumpido los envíos desde la región clave del Mar Negro.
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió que las conversaciones de paz estaban en un callejón sin salida, indicando que la guerra continuaría.
Los temores de retrasos en la siembra debido a un clima desfavorable en el medio oeste de los EE. UU. también han respaldado los precios del maíz. El Departamento de Agricultura de EE. UU. dijo que la cosecha de maíz estaba sembrada en un 2 % al 10 de abril, por debajo del promedio de cinco años del 3 %.
Los comerciantes siguieron de cerca la demanda de granos en el principal importador, China, donde los bloqueos generalizados por el COVID-19 han afectado a la economía, ya debilitada por los vientos en contra del comercio exterior, y se avecinan más riesgos a la baja.
