La situación es cómoda para el productor de maíz, pero preocupa a los avicultores, porcinos y pequeños mataderos que no exportan.
El presidente de la Federación Agrícola y Ganadera del Estado de Santa Catarina (FAESC), José Zeferino Pedrozo, deja muy claro que la entidad defiende a los productores rurales. La Federación impulsa el aumento de la producción de maíz para reducir el enorme déficit de Santa Catarina, pero entiende que existe una clara preferencia por la soja debido a los menores costos de producción y mejores precios remunerativos.
No se espera que los precios bajen en los próximos meses porque el escenario es más de escasez que de especulación. Por tanto, se necesita una política especial para incentivar la producción de maíz con la participación del gobierno y de las propias agroindustrias. Al mismo tiempo, es necesario crear una línea de crédito para que los consumidores de maíz (especialmente los criadores de aves y cerdos) tengan acceso a este insumo antes de que se vuelva inaccesible.
Santa Catarina tiene el parque agroindustrial más avanzado de Brasil, representado por las cadenas de producción avanzadas de aves y cerdos. Esta fabulosa estructura genera una riqueza económica de más de mil millones de aves y 12 millones de cerdos al año, sustenta más de 150 mil empleos directos e indirectos y genera miles de millones de reales en movimiento económico.
El principal insumo que impulsa esta megaestructura es el maíz. De vez en cuando, las agroindustrias y los avicultores y porcinos se ven afectados por la escasez de maíz o por problemas climáticos, sanitarios o de mercado. Debido a los enormes volúmenes requeridos y los precios que alcanza el grano, muchas operaciones son inviables en el campo y en la ciudad, y muchas industrias quebran.
En ese momento, todos estos factores se unieron para crear una situación de escasez y precios altos. Santa Catarina necesita al menos 7 millones de toneladas para alimentar su agroindustria y la producción nacional sería de 2,7 millones de toneladas. Sería, porque la sequía, las lluvias excesivas y la peste han bajado este pronóstico a 1,7 millones de toneladas.
Así, el grano se encareció y escaseó, por lo tanto, con un precio en continuo aumento: más de R $ 85,00 por saco de 60 kg. La situación solo mejorará en el segundo semestre, con la entrada de la temporada baja.
Pedrozo muestra que el maíz escaso y caro también genera problemas para otros sectores de la agroindustria. Los propios productores de leche, ante la insuficiencia de maíz ensilado, sintieron el aumento de costos en la adquisición de maíz comercial. Asimismo, los comederos de ganado de carne, que utilizan maíz en la fase final de engorde, prácticamente han terminado con esta modalidad de manejo. Incluso los productores de huevos sintieron los efectos. Finalmente, el insumo de maíz afecta las principales cadenas agrícolas.
Aunque es tan esencial, la cosecha de maíz se está reduciendo en el territorio de Santa Catarina. En 2005, 106 mil productores rurales cultivaron 800 mil hectáreas. En estos 15 años, la superficie sembrada se ha ido reduciendo paulatinamente y, en 2020, se cultivaron 330 mil hectáreas de cultivos.
La cosecha nacional de maíz que ya se está recolectando debería producir 20 millones de toneladas. Esto indica que faltará maíz en la primera mitad del mercado brasileño y esta situación debe continuar hasta el inicio de la temporada baja que aún no se ha plantado y que debe (puede) generar 80 millones de toneladas a partir de julio / agosto.
Parece que todo conspira por la escasez de maíz en el mercado interno. Varias plantas de etanol de maíz entraron en operación en el centro de Brasil este año, limpiando más de 5 millones de toneladas. El tipo de cambio estimula las exportaciones. Se espera que la producción mundial pronosticada en 1.100 millones de toneladas caiga en 30 millones. El consumo está aumentando en todos los continentes.
La industria y los criadores enfrentaron con éxito esta situación el año pasado, solo porque las exportaciones mantuvieron precios excelentes, pero esta situación no se perpetuará. Cuando las exportaciones bajen en volumen o en precios, cambie el tipo de cambio y suba la tasa Selic, será insostenible transformar la proteína vegetal en proteína animal con los precios actuales del maíz y la harina de soja.
EQUILIBRIO Y ESTIMULO
FAESC defiende el equilibrio de la cadena productiva para que PRODUCTOR e INDUSTRIA tengan ganancias compatibles y que el CONSUMIDOR pueda comprar los alimentos, obteniendo sostenibilidad económica y continuidad social. El agronegocio de Santa Catarina articula varias iniciativas para revertir la situación de hacinamiento del maíz que afecta a las mayores cadenas productivas y amenaza con causar daños graves e irreversibles a la avicultura y la porcicultura industrial.
La escasez de insumos representa un aumento de precio para los productores rurales y las agroindustrias y genera un "efecto dominó" porque, como resultado, los alimentos (especialmente la carne) se vuelven más costosos para los consumidores.
José Zeferino Pedrozo enfatiza que es necesario perseverar en la búsqueda de la autosuficiencia de Santa Catarina, pero para ello se requiere de una política robusta de apoyo al sector en varios frentes. Uno de ellos es la creación de una línea de crédito para que los consumidores de maíz (ya sean avicultores y porcinos o agroindustrias) puedan abastecerse del producto. Asimismo, es necesario crear una línea de crédito a largo plazo para financiar la construcción de almacenes con secadores y, también, riego de cultivos. Solo así tendremos productividad y stocks regulatorios, pudiendo así prevenir estas crisis cíclicas y devastadoras de alza de precios para el cereal-rey.
El presidente de la FAESC señala que el gobierno y el sector productivo están tratando de reducir la dependencia externa. Para estimular la producción de maíz y el aumento general de la productividad de los cultivos, este mes el Gobierno del Estado lanzó el Programa Terra Boa 2021 con más recursos y tecnologías a disposición de los productores rurales de Santa Catarina. En su nueva edición, la iniciativa contará con R $ 56,5 millones para apoyar la adquisición de semillas de maíz, calizas y kits para el mejoramiento de pastos y suelos, además de incentivar la apicultura y la meliponicultura. En 2021, Terra Boa impulsará la adquisición de 200 mil sacos de maíz; 300 mil toneladas de piedra caliza; 3 mil kits de forrajes; 500 kits de apicultura y 1000 kits de suelo sano. El programa contará con R $ 5 millones más en recursos y el Gobierno del Estado pretende incrementar el número de beneficiarios. En el último año,
Uno de los principales objetivos de Terra Boa es incentivar la producción de maíz en Santa Catarina y, así, reducir la dependencia externa. Gran parte de este maíz se encuentra en propiedades rurales y se destina al ensilaje, siendo consumido por el ganado lechero. El Programa es una de las políticas públicas más tradicionales para la zona rural de Santa Catarina y se implementa en alianza con Fecoagro.
