En sintonía con el ministro de Agricultura nacional, Luis Basterra, quien el jueves pasado advirtió que Vicentin "marcha a la quiebra", el ex interventor de la cerealera en default Gabriel Delgado afirmó que "nadie en el mercado confía" en la empresa.
"Vicentin alteró el orden público, porque alteró el comercio de granos y la intermediación. Hay casi 500 millones de dólares que no están en el corazón maicero, más allá de las acreencias del Banco Nación (BNA)", aseveró Delgado.
En ese sentido, agregó: "Vicentin es una compañía que, si está en funcionamiento, puede valer 500 millones de dólares. Pero eso ya no es fácil que ocurra, porque para funcionar necesita que los productores le vendan 8 millones de toneladas de soja".
"Eso ahora es imposible, no sólo porque la empresa no tiene la plata para comprar la soja sino que nadie en el mercado confía en Vicentin. Para que vuelva a funcionar necesita un aporte de capital y cambio de conducción", subrayó el ex interventor.
En junio, el presidente Alberto Fernández había designado a Delgado como interventor del gigante agroexportador. Pero días después, el juez Civil y Comercial Nº 2 de Reconquista, Fabián Lorenzini, quien entiende en el concurso preventivo de acreedores de Vicentin, restituyó al directorio de la compañía.
Respecto de la crisis en Vicentin, Delgado se había propuesto reactivar su funcionamiento, abonar sueldos y pagar a acreedores.
Basterra, en tanto, había advertido que la cerealera "marcha a la quiebra", a pesar de que la Casa Rosada "hizo todo lo posible por rescatarla" del concurso preventivo que atraviesa.
"La decisión no era rescatar a los directivos de Vicentin. Pero ahora, marcha a la quiebra y eso significa su desguace y cierre de actividades", añadió el ministro.
Al respecto, completó: "No podemos interferir en las decisiones del juez del caso. Hicimos todo lo posible por rescatarla y preservarla, aunque no se dio lugar a las propuestas del Estado nacional y de Santa Fe".
La firma enfrenta en el concurso preventivo una deuda cercana a los 100.000 millones de pesos, entre pasivos con entidades financieras locales e internacionales y acreedores comerciales.
Los principales demandantes a la agroexportadora son el Banco Nación (unos 300 millones de dólares), varias entidades crediticias internacionales (cerca de U$S 500 millones) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA, U$S 90 millones).
Diez días atrás, Fernández derogó el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que dispuso la intervención de Vicentin y criticó al magistrado que lleva el concurso de acreedores por impedir que el Estado conozca el "pasivo real" de la empresa.
Asimismo, el primer mandatario instó a que YPF Agro "se convierta en una sociedad autónoma, de referencia del Estado en el sector cerealero".
En ese sentido, Delgado aseveró: "Se necesita tener una empresa de referencia en el mercado agroindustrial. Lo que YPF es en energía, podría serlo en el sector de las proteínas. YPF Agro puede estar en China y en Rotterdam (Países Bajos), puede ser la empresa de referencia en el desarrollo de legumbres".
Por Diario La Capital de Rosario
