El pasado 8 de junio, el Gobierno de Uruguay hizo público el anuncio de la mayor inversión en la historia del país. La empresa HIF Global, de origen chileno, destinará aproximadamente US$4.000 millones para la producción de hidrógeno verde en el departamento de Paysandú.
Dentro de uno o uno y medio años, se dará inicio a la construcción de la planta encargada de la producción de este combustible. Se estima que la construcción requerirá unos 30 meses hasta su inauguración. Durante esta fase, se prevé la contratación de alrededor de 1.500 empleados, con momentos de alta demanda en los que se superarán los 3.200 trabajadores. Una vez en funcionamiento, la planta requerirá la contratación de 300 personas.
La magnitud de esta inversión por parte de HIF Global es tan significativa que economistas consultados por Agrolatam.com destacaron que el proyecto podría potenciar aún más la apreciación del peso uruguayo frente al dólar, fenómeno que ya ha sido influenciado solo por el anuncio.
¿Cómo nace este proyecto? HIF Global ganó una licitación de la empresa ALUR, perteneciente al grupo energético estatal Ancap, para la adquisición de 150.000 toneladas de CO2 biogénico por año, insumo fundamental en la producción de e-combustibles. El propio presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, fue quien anunció esta adjudicación.
Según los planes, la planta que HIF Global construirá producirá anualmente 256 millones de litros de e-gasolina a partir de la captura de 710.000 toneladas de CO2 provenientes de la combustión de biomasa, destilación de alcohol de cereales y producción de 100.000 toneladas de hidrógeno verde.
"La utilización del CO2 biogénico es lo más novedoso de todo este proyecto", afirmó Alejandro Stipanicic, presidente de Ancap, en una entrevista con el diario uruguayo El País. Actualmente, ese CO2 se considera un desecho.
El proyecto de la planta implicará una inversión de US$1.985 millones en la captura de CO2, la producción de metanol y la obtención de gasolina sintética. Esta gasolina sintética podrá utilizarse indistintamente con la gasolina convencional y tendrá la capacidad de abastecer tanto al parque automotor como al sector de la aviación (excluyendo el ámbito marítimo).
Además de esa cifra, se invertirán US$2.000 millones en la instalación de parques eólicos, granjas fotovoltaicas y líneas de transmisión eléctrica en un radio de hasta 180 kilómetros de la ciudad de Paysandú.
Según informó El País, se firmará un consorcio entre Ancap y HIF Global, mediante el cual la primera (a través de ALUR) le venderá a la empresa chilena el CO2 biogénico y participará en parte del desarrollo industrial. Ancap tendrá hasta un 30% de participación en el negocio.
HIF Global es líder en el sector del hidrógeno verde y fue fundada en 2016 por el ingeniero civil eléctrico César Norton Sacre, quien actualmente ocupa la presidencia de la empresa. Durante estos años, la compañía ha consolidado su presencia en Chile y ha ampliado sus operaciones a Estados Unidos, Europa, Medio Oriente y Asia.
El Grupo Ancap ha destacado la amplia experiencia adquirida por HIF Global y ha mencionado otros proyectos relevantes de la empresa, como el Proyecto Haru Oni en Chile y sus etapas comerciales en Matagorda, Texas (Estados Unidos) y Burnie, Tasmania (Australia).
De acuerdo con un artículo publicado en Ámbito Financiero, Andes Mining Energy (AME) controla el 80% de HIF Global, mientras que el resto de la participación se divide entre Porsche (12%), la gestora de fondos EIG, Baker Hughes y Gemstone Investments. El objetivo de la empresa que desembarcará en Uruguay es "proporcionar combustibles altamente innovadores para acelerar la descarbonización del planeta".
HIF Global describe en su sitio web el proceso mediante el cual desarrolla sus proyectos de eFuels neutros en carbono. Este proceso implica combinar hidrógeno verde (H2) y dióxido de carbono reciclado (CO2) a través de la electrólisis con energía renovable, obteniendo eMetanol, un eCombustible compatible con los motores y la infraestructura actual.
Con esta importante inversión en hidrógeno verde, Uruguay se posiciona como un referente en la producción de energía renovable y contribuye a la descarbonización global, impulsando la transición hacia un futuro más sostenible.
