Voluntarios y líderes locales se unieron para retirar toneladas de basura que contaminaban sus orillas. Desde 2021, estas limpiezas han recuperado 19 hectáreas del lago, antes cubiertas de residuos.
El lago, contaminado por sedimentos minerales y basura, ha sufrido un deterioro considerable. Florencio Aguilar, líder del pueblo indígena Uru, lamentó el estado actual del lago: "Antes era un lugar para cazar y pescar, pero ahora es un lago de plástico y basura". La jornada del fin de semana tiene como objetivo recolectar alrededor de 180 toneladas métricas de residuos, según Andrés Aruquipa, gerente de una empresa de saneamiento local.
Este esfuerzo refleja el compromiso de la comunidad en recuperar un ecosistema vital para la biodiversidad y devolver al lago su estado natural.