El consumo de café cae en Brasil por la presión de los precios y el impacto inflacionario
Un estudio revela que uno de cada cuatro brasileños ha reducido su ingesta de café en 2025, en un país que es al mismo tiempo el mayor productor mundial y el segundo consumidor después de Estados Unidos.
Brasil, principal productor y exportador mundial de café, enfrenta un fenómeno inesperado en su propio mercado interno: más personas están recortando su consumo, en medio del aumento de precios y la presión de la inflación.
Según un relevamiento semestral de la Asociación Brasileña de la Industria de Café (Abic) junto con el instituto de investigación Axxus, el 24 % de los encuestados dijo haber reducido su consumo en 2025. La cifra marca un salto notable frente al 3 % en 2023, 5 % en 2021 y 7 % en 2019, mostrando una tendencia creciente de moderación en la bebida más tradicional del país.
En contraste, solo un 2 % afirmó haber aumentado su consumo este año, muy por debajo del 16 % registrado en 2023, el 49 % en 2021 y el 36 % en 2019. Incluso, el porcentaje de quienes beben más de seis tazas diarias bajó a 26 %, desde el 29 % en el estudio anterior.
"El sondeo mostró una importante caída en la intensidad del consumo", explicó Sergio Pereira, coordinador del estudio y científico del Centro de Café del Instituto Agronómico de Campinas. "También observamos que el precio tiene un mayor peso en la decisión de compra, lo que refleja el impacto de la inflación", agregó.
El retroceso se produce en un contexto de precios internacionales en máximos históricos, debido a problemas de oferta en países clave como Brasil y Vietnam. A nivel interno, el café figura entre los productos alimenticios y bebidas con mayores incrementos dentro del índice oficial de inflación (IPCA) en los últimos dos años.
Con más de 4.000 personas encuestadas, el informe advierte que esta disminución en el consumo doméstico se suma a un escenario desafiante para la cadena cafetera brasileña, que debe equilibrar costos crecientes, presión de los mercados internacionales y un consumidor local más sensible al precio.
Brasil sigue siendo, detrás de Estados Unidos, el segundo mayor consumidor de café del planeta, pero la caída en la intensidad del hábito plantea interrogantes sobre la evolución futura de la demanda interna.