México enfrenta un brote inusual de miasis humana causado por el gusano barrenador, con un total de 23 casos confirmados en distintos estados del país. La situación, reportada por autoridades federales de salud, encendió las alarmas y activó una serie de protocolos de control para evitar que la plaga se extienda tanto en humanos como en animales.

La miasis es una enfermedad parasitaria provocada por larvas de moscas, que infestan tejidos vivos y pueden causar infecciones graves. En el caso del gusano barrenador, la preocupación radica en su alta capacidad de invasión y en el impacto sanitario que puede tener en zonas rurales con población vulnerable.

El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades detalló que los casos están distribuidos en al menos cinco entidades, aunque la mayor concentración se registra en áreas con presencia de ganado. Esto se relaciona con la transmisión cruzada desde animales infestados hacia seres humanos, principalmente por contacto con heridas abiertas o mediante el transporte de las larvas.

Para contener la propagación, las autoridades sanitarias pusieron en marcha acciones de control epidemiológico, incluyendo campañas de información, refuerzo de la vigilancia veterinaria y coordinación con el sector agropecuario para minimizar los riesgos. El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) también participa activamente, dada la relevancia del gusano barrenador en la sanidad pecuaria mexicana.

Especialistas en salud pública advirtieron que la clave es una detección temprana. Las lesiones generadas por las larvas pueden complicarse rápidamente, sobre todo en personas con sistemas inmunológicos debilitados o en condiciones de pobreza donde el acceso a la atención médica es limitado.

En el sector ganadero, la preocupación es doble. Por un lado, el gusano barrenador genera pérdidas millonarias cada año en el sector pecuario; por otro, la circulación de las moscas adultas facilita brotes esporádicos en humanos cuando no se aplican las medidas de control oportunas.

México lleva años participando en programas binacionales junto a Estados Unidos y Centroamérica para erradicar la plaga en el ganado mediante liberación de insectos estériles, monitoreos permanentes y campañas educativas. Sin embargo, la presencia de casos humanos confirma que la vigilancia no puede relajarse y que hace falta intensificar la capacitación y el control en zonas rurales.

Los protocolos activados contemplan la atención rápida de los pacientes, el saneamiento de las áreas afectadas y la capacitación de personal de salud y veterinarios para la identificación temprana de larvas en animales y personas. La experiencia internacional indica que el gusano barrenador, si no se controla, puede diseminarse con rapidez y transformarse en un problema de salud pública y de economía rural.

El hallazgo de estos 23 casos en humanos refuerza la necesidad de un enfoque integral, donde la salud pública, la sanidad animal y la educación comunitaria trabajen en conjunto para erradicar la plaga. Mientras tanto, el país mantiene una alerta epidemiológica activa y continúa monitoreando de cerca cualquier nuevo reporte de miasis, con el objetivo de cortar la transmisión y proteger tanto a la población como a la producción agropecuaria.