El sector forestal paraguayo vive uno de sus momentos más prometedores. Según datos oficiales, las exportaciones de productos forestales han alcanzado un récord histórico, impulsadas por la demanda de mercados exigentes y por una mayor tecnificación en el campo. Esta coyuntura abre nuevas oportunidades para el desarrollo económico y la diversificación del agronegocio paraguayo, tradicionalmente centrado en la soja, el maíz y el ganado bovino.

En este contexto, la Expo Madera 2025, que se celebrará en julio en Hohenau, se perfila como un hito clave para proyectar al país como un referente regional en industria forestal, promoviendo la sustentabilidad, el cooperativismo, el valor agregado y la inversión privada.

Panorama Actual: Exportaciones Históricas y Nuevas Rutas Comerciales

De acuerdo con datos divulgados por la prensa especializada, el sector forestal de Paraguay exportó más de USD 200 millones en productos derivados de la madera durante el último año, incluyendo madera aserrada, chapas y productos de ingeniería. Este volumen representa un incremento interanual superior al 30%, superando incluso las proyecciones más optimistas del MAG y organismos gremiales como la Cámara de Exportadores de Madera (CEM).

Los principales destinos de exportación incluyen Estados Unidos, Brasil, Vietnam, México y China, lo que refleja la creciente competitividad del producto paraguayo. Este desempeño ha sido posible gracias a mejoras en la infraestructura vial, mayor eficiencia en la hidrovía Paraná-Paraguay y la adopción de buenas prácticas agrícolas (BPA) y forestales en toda la cadena de valor.

Factores Clave: Sustentabilidad, Mercado y Cambio Climático

El auge del sector no es casual: responde a una combinación de condiciones agroclimáticas favorables, incentivos a la reforestación comercial, y un creciente interés del mercado global por productos con trazabilidad y certificación ambiental. Sin embargo, el cambio climático también impone desafíos: la variabilidad en lluvias y temperaturas afecta la planificación de la zafra forestal, al tiempo que obliga a replantear modelos productivos tradicionales.

El crédito rural y las líneas especiales de financiamiento del Banco Nacional de Fomento (BNF) han sido clave para impulsar nuevas plantaciones, especialmente en zonas del sur y este del país, donde la silvicultura genera empleo y dinamiza las economías regionales.

Innovación, Valor Agregado y Cooperativismo

La industria forestal paraguaya ha comenzado a dejar atrás su perfil netamente extractivo. Hoy, empresas y cooperativas están invirtiendo en tecnología, industrialización y desarrollo de productos con alto valor agregado, como tableros contrachapados, pellets para biomasa y muebles con diseño local.

En este proceso, el cooperativismo rural ha tenido un rol central: asociaciones como la Cooperativa Colonias Unidas lideran iniciativas de reforestación con especies de ciclo corto, certificaciones FSC y formación técnica. La articulación entre productores, gremios y el sector público también se ve reflejada en espacios como la Expo Madera, que promueve el conocimiento y la vinculación comercial.

Desafíos y Perspectivas: Infraestructura, Certificación e Inversión

A pesar del crecimiento, persisten desafíos estructurales. La necesidad de mejorar la infraestructura logística, facilitar trámites de exportación, fortalecer los sistemas de sanidad vegetal (con acompañamiento de SENACSA) y ampliar el acceso a certificaciones internacionales son aspectos clave para sostener la competitividad.

En paralelo, existe un gran potencial para atraer inversión extranjera directa en plantas industriales, tecnologías de secado y energías renovables. La Expo Madera 2025 se presenta como un escenario ideal para mostrar estos avances, atraer capital y posicionar al país como un actor estratégico del agronegocio verde en Sudamérica.