El yacón, tubérculo originario de los Andes peruanos, continúa su ascenso en el escenario agroexportador internacional. Según el último reporte de la Gerencia de Agroexportaciones de la Asociación de Exportadores (ADEX), los despachos al exterior crecieron un 32,2% en valor durante el primer cuatrimestre de 2025, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Entre enero y abril de este año, las exportaciones de yacón peruano alcanzaron los US$ 232.000, con un volumen superior a las 47 toneladas. Este avance refleja el creciente interés global por alimentos funcionales, nutritivos y de origen natural, en los que el yacón ocupa un lugar privilegiado.

Conocido por su bajo índice glucémico, alto contenido en fibra y propiedades prebióticas, el yacón se ha ganado el rótulo de superalimento, siendo demandado especialmente en la industria de alimentos saludables, productos orgánicos y suplementos naturales.

Estados Unidos fue el principal destino de las exportaciones peruanas, absorbiendo el 52,9% del total enviado, seguido por Países Bajos (19,1%) y Corea del Sur (10,2%). Otros mercados importantes fueron Alemania, Japón, Reino Unido y Brasil, lo que confirma una diversificación geográfica estratégica y sostenida.

En términos de presentación, el yacón se comercializa en diversas formas: fresco, deshidratado, en polvo, jarabe o cápsulas, dependiendo del destino y las tendencias de consumo. "La versatilidad del yacón permite llegar tanto al consumidor final como a la industria nutracéutica y cosmética," indicaron desde ADEX.

El crecimiento de las exportaciones no es casual. Responde a un esfuerzo conjunto entre productores, cooperativas, exportadores y el Estado peruano, que han trabajado en la mejora genética del cultivo, certificaciones orgánicas, trazabilidad y cumplimiento de estándares internacionales.

Huánuco y Junín siguen siendo las principales regiones productoras, gracias a sus condiciones agroecológicas favorables y al conocimiento ancestral de los agricultores sobre este cultivo. En muchos casos, el yacón es producido bajo sistemas agroecológicos o semiorgánicos, lo que le otorga un valor agregado adicional.

En paralelo, instituciones como el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y PromPerú han apoyado activamente la promoción de este tubérculo en ferias internacionales, ruedas de negocios y plataformas de comercio electrónico, con énfasis en su origen andino y su potencial para la salud humana.

No obstante, el camino no está exento de desafíos. Productores señalan que aún existen limitaciones logísticas, dificultades para el acceso al financiamiento y necesidad de mayor articulación comercial. También advierten sobre la importancia de evitar la sobreexplotación del recurso y mantener estándares de calidad homogéneos.

Desde ADEX se enfatizó la necesidad de continuar promoviendo el consumo interno del yacón, aún poco difundido en el mercado nacional, pese a sus beneficios nutricionales. "El Perú no solo debe ser exportador, también debe ser consumidor de lo que produce, especialmente cuando se trata de alimentos saludables y sostenibles", indicaron.

El caso del yacón es un ejemplo del potencial de los cultivos nativos en el nuevo contexto global. Con la tendencia mundial hacia lo saludable, natural y sustentable, el yacón se posiciona como embajador de la biodiversidad peruana, un producto que combina historia, nutrición y desarrollo rural.

Si se consolidan las cadenas de valor, se mejora el acceso a tecnología y se apuesta por la asociatividad, el yacón podría escalar aún más en el ranking agroexportador. El desafío es claro: pasar de un nicho de mercado a una categoría consolidada dentro del portafolio de superalimentos que el Perú ofrece al mundo.