Nicaragua va cerrando julio con 68 mil quintales de zanahoria cosechados: un impulso al abastecimiento nacional
Productores de Jinotega, Estelí y Matagalpa reportan una buena campaña en el mes de julio, clave para el abastecimiento de zanahoria en el país. Con volúmenes estables y precios accesibles, el cierre del mes marca un respiro para el mercado interno.
A pocos días de cerrar julio, los productores nicaragüenses celebran una campaña sólida de zanahoria, con una estimación total de 68 mil quintales cosechados a lo largo del mes. La producción se concentra principalmente en Jinotega, Estelí y Matagalpa, tres departamentos que han consolidado su papel como ejes hortícolas del país.
Según datos del Ministerio Agropecuario (MAG), esta producción no solo cubre las necesidades de consumo nacional, sino que contribuye a mantener precios estables y accesibles para los hogares, en un contexto regional donde los costos de alimentos han experimentado alzas sostenidas.
Julio es un mes clave para la cosecha de zanahoria en Nicaragua, ya que coincide con el final del ciclo de siembra de abril y mayo. Las condiciones climáticas de las zonas altas favorecen el desarrollo de este cultivo, que requiere suelos fértiles, temperaturas frescas y riego controlado. Gracias al trabajo coordinado entre técnicos del MAG y los productores organizados, se logró una cosecha libre de enfermedades relevantes y con buena calidad comercial.
"Tuvimos buen clima y apoyo técnico durante todo el ciclo. Eso nos permitió sacar producto limpio, con buen tamaño y sin pérdidas significativas", comentó Marvin Alvarado, productor de zanahoria en La Concordia, Jinotega.
El rendimiento promedio reportado fue de 340 quintales por manzana, lo que se considera eficiente para los estándares del cultivo en laderas andinas. Parte del éxito también se atribuye al uso de semillas certificadas, sistemas de riego por goteo y manejo integrado de plagas, promovido por el Programa de Desarrollo Hortícola Sostenible que impulsa el gobierno.
El abastecimiento generado durante este mes tiene un efecto directo sobre los precios en los mercados populares y supermercados. En Managua, el quintal de zanahoria se cotizó en torno a C$600 a C$650, valores que se mantuvieron estables durante las últimas tres semanas. Esta situación ha permitido una mayor accesibilidad para las familias y una planificación más previsible para los comerciantes minoristas.
Desde el MAG se destacó que la zanahoria forma parte del grupo de hortalizas que fortalecen la seguridad alimentaria, ya que es cultivada por productores de pequeña y mediana escala, con una alta demanda nacional y un consumo creciente.
Además, las autoridades resaltaron el aporte de este cultivo a la generación de empleo rural. "Durante la cosecha de julio se generaron más de 6 mil empleos temporales en finca, transporte, clasificación y distribución", indicó un comunicado oficial.
El cierre de julio también permite proyectar el siguiente ciclo productivo. Agosto es tradicionalmente un mes de preparación de suelo y planificación para nuevas siembras, especialmente en zonas que alternan zanahoria con repollo, remolacha y papa. El MAG confirmó que se están realizando capacitaciones técnicas en manejo poscosecha, almacenamiento y conservación de hortalizas para extender la vida útil del producto y reducir pérdidas.
A medida que el país avanza en su calendario agrícola, el caso de la zanahoria muestra cómo la articulación entre conocimiento local, asistencia técnica y planificación climática puede rendir frutos concretos. En este cierre de julio, los productores celebran una campaña eficiente, el mercado recibe un producto estable y los consumidores acceden a una hortaliza esencial con calidad garantizada.