El sector ganadero de Paraguay atraviesa una coyuntura de contrastes. Por un lado, celebra un desempeño exportador robusto, con cifras que demuestran la alta demanda y valoración de la carne paraguaya en los mercados internacionales. Por otro, enfrenta una profunda crisis de confianza a nivel local, donde la imprevisibilidad en el precio del ganado se ha convertido en el principal factor que desalienta la inversión y frena la urgente necesidad de recuperar el tamaño del hato bovino nacional. Esta dicotomía plantea una pregunta fundamental para la sostenibilidad de los agronegocios: ¿cómo se puede capitalizar el éxito exportador si la base productiva, el campo, opera sin un horizonte de precios claro y estable?

La problemática no es menor. La Asociación Rural del Paraguay (ARP) ha encendido las alarmas, señalando que la abrupta caída en los precios pagados al productor mina cualquier esfuerzo por reconstruir el stock ganadero, que ha visto una reducción de aproximadamente un millón y medio de cabezas en los últimos años. Este artículo analiza a fondo la situación actual, desglosando las cifras del comercio exterior, los factores que determinan esta volatilidad y los desafíos que la cadena de valor de la carne debe superar para asegurar un crecimiento equilibrado y sostenible.

Panorama Actual y Datos Clave: Un Éxito que no Llega al Productor

Las estadísticas de exportación, según datos citados por Valor Agro, pintan un escenario sumamente positivo. Hasta mayo del corriente año, Paraguay exportó cerca de 150.000 toneladas de carne, lo que representa un significativo aumento del 18% en comparación con el mismo período del año anterior. En términos de valor, el incremento es aún más notable: casi US$ 850 millones, un 37% más, con un precio promedio por tonelada que alcanzó los US$ 5.670, un 16% superior.

Sin embargo, estos números macroeconómicos contrastan fuertemente con la realidad del productor. Mario Balmelli, presidente de la Comisión de Carnes de la ARP, subraya la preocupación por la "disminución abrupta e importante en muy pocos días del precio del ganado". A pesar de que las faenas en los frigoríficos han crecido un 15%, este dinamismo no se traduce en estabilidad para el ganadero, quien es el primer y más importante eslabón de la cadena de valor.

Factores Determinantes y su Impacto: El Rol de la Industria

El análisis de la situación apunta a un actor central: la industria frigorífica. Según Balmelli, "la recuperación del hato ganadero dependerá de la industria frigorífica". La capacidad de este sector para ofrecer condiciones contractuales y de precios que brinden previsibilidad es fundamental para que el productor se sienta incentivado a retener vientres y a invertir en el crecimiento de su rodeo.

La estabilidad macroeconómica y el estatus sanitario del país son pilares que sostienen el buen momento exportador. Sin embargo, si esta ventaja competitiva no se transfiere de manera equitativa y predecible a la fase de producción primaria, se genera un cuello de botella que compromete el futuro. La falta de sostenibilidad en los precios internos erosiona la rentabilidad y, con ello, la capacidad del productor para invertir en tecnificación, genética y buenas prácticas agrícolas (BPA).

Innovación, Tecnología y Buenas Prácticas: Inversiones en Riesgo

El artículo de fuente no detalla innovaciones específicas, pero la problemática impacta directamente sobre ellas. La adopción de tecnología, la mejora genética para optimizar el rendimiento de la canal y la implementación de sistemas de trazabilidad más sofisticados requieren de inversión. Cuando el productor enfrenta una alta volatilidad en los precios, su aversión al riesgo aumenta y el crédito rural se encarece, postergando decisiones clave para la tecnificación y la sustentabilidad del negocio a largo plazo.

Retos y Oportunidades a Futuro: La Sostenibilidad como Eje

El principal desafío es claro: crear un marco de previsibilidad en la formación de precios del ganado. Sin esto, como advierte la ARP, "será imposible recuperar el millón y medio de cabezas que han disminuido". Esto requiere un diálogo transparente y constructivo entre productores y la industria frigorífica para establecer mecanismos que mitiguen las fluctuaciones extremas.

La oportunidad reside en no desperdiciar el excelente posicionamiento internacional de la carne paraguaya. Consolidar la confianza de los mercados y abrir nuevos destinos depende de garantizar un suministro constante y de alta calidad, algo que solo es posible con un hato ganadero sano y en crecimiento. Fomentar políticas que incentiven la retención de vientres y ofrecer líneas de crédito rural accesibles son acciones complementarias que el sector público, a través de organismos como el MAG, podría impulsar para apoyar la recuperación.

Voces del Campo

La perspectiva del sector productivo queda claramente reflejada en las declaraciones de Mario Balmelli, de la ARP. Su afirmación contundente, "mientras no haya señales de previsibilidad y sostenibilidad del negocio ganadero, será imposible recuperar el millón y medio de cabezas que han disminuido", resume el sentir general. Esta cita, proveniente de una figura representativa del gremio, añade una fuerte credibilidad al análisis y pone de manifiesto la urgencia de la situación desde la perspectiva de los productores.