Zacatecas siembra futuro: México impulsa la autosuficiencia frijolera con ciencia y territorio
El estado de Zacatecas lanza una ambiciosa estrategia para transformar su producción de frijol, basada en semillas certificadas, asesoría técnica y nuevos esquemas de comercialización. Un plan que busca no solo aumentar el rendimiento, sino también blindar la seguridad alimentaria nacional desde el corazón del altiplano mexicano.
En medio de un contexto global de incertidumbre alimentaria, México apuesta fuerte a uno de sus cultivos más emblemáticos: el frijol. El estado de Zacatecas, principal productor nacional, lanza una estrategia integral orientada a lograr la autosuficiencia, incrementando los rendimientos y mejorando la calidad mediante la incorporación de semilla certificada, asesoría técnica especializada y esquemas de comercialización organizados.
Este esfuerzo es liderado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), en coordinación con productores, centros de investigación y gobiernos locales. La meta es clara: garantizar que cada hectárea sembrada en Zacatecas tenga el mayor potencial productivo, reduciendo la dependencia de importaciones y fortaleciendo la economía rural.
El plan contempla la entrega de semilla de alta calidad a más de 4.000 productores, con un enfoque prioritario en aquellos de pequeña y mediana escala. Esta semilla, desarrollada por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), está adaptada a las condiciones del altiplano zacatecano, resistente a enfermedades y con buen potencial de rendimiento.
"Sembrar frijol con semilla certificada y con acompañamiento técnico no es un lujo, es una necesidad estratégica," señaló un vocero de SADER durante la presentación del programa en el municipio de Sombrerete. "Si aspiramos a la soberanía alimentaria, debemos empezar desde el campo, con ciencia, organización y visión."
La estrategia también incluye un componente clave: el acompañamiento técnico desde la siembra hasta la cosecha. Agrónomos y técnicos recorrerán los campos para brindar apoyo en el manejo del cultivo, la nutrición del suelo, el control de plagas y enfermedades, y el uso racional del agua. Este seguimiento busca reducir brechas tecnológicas y evitar el abandono de prácticas tradicionales ineficientes.
Además, se avanzará en esquemas de comercialización que permitan mejorar el ingreso de los productores. Se promoverá la vinculación directa con compradores institucionales, como DICONSA y programas sociales del gobierno federal, así como alianzas con el sector privado para la industrialización y exportación del grano.
Zacatecas produce actualmente entre el 30 y 35% del frijol nacional, con más de 600 mil toneladas al año, pero enfrenta desafíos como bajos rendimientos por hectárea, uso de semilla no certificada y falta de financiamiento para innovación. Con este nuevo modelo, se espera elevar el rendimiento promedio a más de una tonelada por hectárea, y mejorar sustancialmente la calidad comercial del grano.
El impacto social también es un eje del programa. Se prioriza la participación de mujeres rurales, jóvenes productores y comunidades de alta marginación. El enfoque de desarrollo territorial busca no solo mejorar la producción agrícola, sino también generar arraigo, cohesión social y oportunidades económicas sostenibles en el medio rural.
A nivel nacional, el frijol es uno de los pilares de la dieta mexicana y un símbolo cultural profundamente arraigado. Con una demanda interna que supera los 900 mil toneladas anuales, la autosuficiencia en este cultivo es una meta estratégica para el país.
La iniciativa zacatecana se alinea con los objetivos del Plan Nacional de Autosuficiencia Alimentaria y el programa Producción para el Bienestar, promovidos por el gobierno federal desde 2019. Ambos planes reconocen el papel del frijol como cultivo clave para la seguridad alimentaria y la economía campesina.
Expertos del INIFAP y el CIMMYT han celebrado esta estrategia como un ejemplo de cómo integrar ciencia, política pública y territorio. "No hay soberanía sin tecnología ni sin campesinado fuerte," coincidieron investigadores durante la jornada de capacitación para técnicos locales.
En los próximos meses, el reto será consolidar esta experiencia, evaluar resultados y replicar el modelo en otras regiones frijoleras del país, como Durango, Chihuahua, Nayarit y San Luis Potosí. El frijol mexicano está listo para dar un nuevo salto productivo. Y Zacatecas, una vez más, lidera la siembra del porvenir.