El tiempo ha empezado a correr más rápido para el Gobierno y le impuso al Presidente una nueva tarea, de la que hasta ahora había preferido desentenderse
La discusión carece casi por completo de los nobles motivos que se esgrimen para sostener o cambiar las reglas de juego electorales; del ahorro a la utilidad, nada es como se dice
Sigue siendo una incógnita, que ningún representante del Gobierno logra despejar, si el Presidente y la vicepresidenta profundizaron o disiparon las divergencias que tenían sobre la política económica
Nunca se había llegado tan lejos con tanta ausencia de certezas. No desde la recuperación de la democracia y en un proceso electoral para cargos ejecutivos.