Pese a las sequías, las producciones llegaron a los US$ 66.701 millones, 25% menos que en 2022, donde se habían registrado máximos exportadores por US$ 88.446 millones.
Luego de la devaluación que mejoró la rentabilidad del sector y la eliminación de restricciones a la comercialización exterior de la producción, la dirigencia agropecuaria insiste con que baje la presión tributaria.