El productor de potasa más grande del mundo, Nutrien, presentó resultados por debajo de lo esperado en el primer trimestre de 2025, afectado por una combinación de baja en los precios de venta y un marcado aumento de los costos energéticos.
Según informó la compañía con sede en Saskatoon (Canadá), el precio neto promedio de venta de potasa en América del Norte cayó un 21,6% interanual, ubicándose en 243 dólares por tonelada, mientras que el beneficio ajustado de su segmento de potasa cayó un 16%, hasta los 446 millones de dólares.
Además, el segmento de nitrógeno también se vio presionado por la suba del gas natural, que alcanzó su valor más alto en dos años el pasado 10 de marzo. Esto hizo que los costos de bienes vendidos aumentaran un 10%, sumando 663 millones de dólares.
En conjunto, el beneficio operativo ajustado (EBITDA) de Nutrien descendió un 12%, hasta 408 millones de dólares, frente a los 31 centavos por acción esperados por el mercado, mientras que la empresa reportó apenas 11 centavos por acción.
La situación se agrava con el contexto climático: el mal tiempo en América del Norte provocó retrasos en las tareas de campo, y las decisiones estratégicas en Sudamérica también impactaron en los resultados. En este último mercado, Nutrien anunció la venta de sus plantas mezcladoras de fertilizantes en Brasil, tras un cambio de foco hacia la distribución a través de minoristas locales.
En cuanto a ventas, los ingresos por nutrientes para cultivos cayeron 8,7%, alcanzando 1.190 millones de dólares, mientras que los productos para protección de cultivos registraron una baja del 12,7%, totalizando 972 millones de dólares.
Estas cifras reflejan el impacto de la volatilidad en los precios de los cultivos, influenciada en parte por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, derivadas de los aranceles impulsados por el expresidente Donald Trump. Esta situación llevó a muchos productores a ajustar sus gastos, afectando directamente la demanda global de fertilizantes.
Con este panorama, Nutrien enfrenta un 2025 desafiante, en un mercado cada vez más complejo tanto por razones económicas como climáticas.