La sequía que afecta a Entre Ríos, calificada como la peor de los últimos 60 años, las altas temperaturas y las lluvias muy por debajo de los registros normales históricos, provocaron efectos negativos en la producción agropecuaria, donde se prevén pérdidas de US$ 600 millones entre la soja y el maíz, advirtió la Bolsa de Cereales entrerriana.