Actualidad

Harina de soja en caída libre: el agro argentino enfrenta su mayor desafío exportador en 15 años

El precio de la harina de soja, el producto estrella del comercio exterior argentino, tocó su piso más bajo desde 2010. Mientras Milei necesita dólares para sostener su plan económico, el complejo sojero sufre por la sobreoferta, la presión del aceite y una demanda global que no alcanza.

La harina de soja argentina, columna vertebral del comercio exterior nacional, atraviesa su peor momento en más de una década. El precio FOB cayó a U$S 281 por tonelada, un nivel que no se veía desde 2010. En un contexto donde el Gobierno de Javier Milei necesita con urgencia divisas para sostener su plan de estabilización, la baja en el valor del principal producto exportado encendó las alarmas.

Desde la pandemia, la volatilidad de los commodities ha sido la norma. Tras el pico de precios en 2022 impulsado por la guerra en Ucrania, 2023 y 2024 marcaron una tendencia bajista. El año 2025 no escapa a esa lógica: mientras el aceite de soja se valorizó un 30% (hasta U$S 1.176), la harina registró una caída del 10% en el Mercado de Chicago, arrastrando consigo las cotizaciones de exportación.

Oferta creciente y demanda insuficiente

Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el auge de los biocombustibles y la demanda de aceites empuja la producción de aceite de soja, generando una oferta excedente de harina que no logra ser absorbida. A diferencia de otras oleaginosas como el girasol o la colza, la soja tiene bajo contenido de aceite, lo que implica mayor volumen de harina como subproducto.

Harina de soja en caída libre: el agro argentino enfrenta su mayor desafío exportador en 15 años

Esto profundiza la competencia en el mercado FOB, donde Argentina sigue siendo el líder, pero ahora con un diferencial de precios que, si bien estimula compras (China adquirió recientemente un buque argentino), compromete la rentabilidad del sistema.

Un panorama exportador cada vez más estrecho

En 2024, la harina de soja representó el 13,4% del total exportado por el país. Junto al resto del complejo soja, explicó el 27,6% del comercio exterior argentino. Para 2025, se proyectan exportaciones netas por U$S 16.322 millones, apenas por encima de 2024, pero el tercer peor registro en 15 años en términos reales.

En particular, se esperan U$S 9.044 millones por harina de soja, cifra que en valores reales sería la segunda más baja desde 2007. El aceite se proyecta con U$S 6.255 millones, y el poroto con U$S 3.160 millones. En total, los volúmenes exportados están 20% por debajo del máximo alcanzado en 2015.

Harina de soja en caída libre: el agro argentino enfrenta su mayor desafío exportador en 15 años

El efecto Milei: dólares que no llegan

La caída en los precios reales, que se ubicarían en su nivel más bajo desde 2006, pone en jaque la estrategia económica del Gobierno. Sin mejoras en los términos de intercambio ni un crecimiento contundente de los volúmenes exportados, el agro no podrá cumplir su rol de generador neto de divisas con la misma eficacia que en el pasado.

Harina de soja en caída libre: el agro argentino enfrenta su mayor desafío exportador en 15 años

La combinación de sobreoferta, cambios en la demanda global, presiones de los biocombustibles y tensiones geopolíticas redefine la ecuación de rentabilidad del complejo soja. La harina, su principal componente, parece haber perdido el impulso que caracterizó su auge exportador. Y mientras el campo se ajusta a esta nueva realidad, el Estado también deberá recalcular su dependencia de una fuente que ya no rinde como antes.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: