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Arrendamientos Agrícolas: alcances récord en 15 años pese a baja rentabilidad

Un relevamiento reciente de la Bolsa de Cereales de Córdoba revela que los valores de arrendamientos agrícolas alcanzaron el nivel más alto en 15 años en la provincia. A contramano de la caída de precios internacionales y la merma de rentabilidad, los costos por alquilar campos continuaron subiendo

En medio de un escenario adverso para el agro argentino, con precios internacionales a la baja y una marcada caída de la rentabilidad, los valores de arrendamientos agrícolas no reflejan ese retroceso. Por el contrario, han escalado y alcanzado niveles récord en los últimos 15 años en Córdoba, segundo productor nacional de granos y representante de una tendencia que puede considerarse un termómetro para el país.

Esta situación genera preocupación entre productores, agrónomos y gremios del sector, en especial cuando voces autorizadas como la de Salvador Di Stéfano advierten: "si tenés deflación de los granos, no podés pagar alquileres altos". Pese a ello, los precios del arrendamiento han seguido subiendo.

Panorama actual y cifras clave

El segundo relevamiento de la Bolsa de Cereales de Córdoba sitúa el valor promedio de arrendamiento en 12 quintales de soja por hectárea, medio quintal por encima del registro anterior y equivalente a la campaña 2022/23: el nivel más alto en una década y media.

En términos monetarios, ese costo promedia los U$S338/ha, si se toma el precio en cosecha de U$S28,2 por quintal: U$S27 más que el año anterior, aunque sigue siendo el segundo menor valor en seis campañas recientes, considerando la inflación del período. Esta aparente contradicción refleja que un productor que cobre en dólares en lugar de soja podría tener un margen financiero más favorable .

Factores determinantes e impacto sobre la rentabilidad

La medida más representativa del impacto real es el costo en quintales por hectárea, dado que es la forma habitual de pago para los productores que liquidan con soja. Frente a este sistema, el aumento en costos reales en dólares ajustados por inflación (tomando mayo 2026 como referencia) fue de unos U$S23/ha respecto al ciclo anterior, aunque queda muy por debajo del pico histórico de U$S575/ha en 2022/23.

Este panorama presiona directamente sobre la rentabilidad del productor, que debe absorber mayores costos en insumos y arrendamientos, mientras opera en un contexto inflacionario y de menor valor de mercado para sus granos.

Innovación y prácticas en perspectiva: modalidades de pago

La encuesta de la Bolsa cordobesa también detalla las modalidades de pago más usadas:

  • 23% de los arrendamientos se abona semestralmente

  • 21% trimestralmente

  • 17% en forma mensual

  • 11% al momento de la cosecha

  • 10% semilla + cosecha

  • 6% pago único anual

  • 14% modalidades mixtas: adelantado, cuatrimestral, porcentaje o a disposición del arrendador

Estas variantes reflejan la necesidad de flexibilidad ante un contexto cambiante de inflación, tipo de cambio y ciclo agrícola, y muestran cómo los productores buscan adaptarse para sostener la liquidez del campo.

Retos y oportunidades para el futuro del agronegocio

  • Retos: La suba persistente de arrendamientos sin ajuste de renta obliga a los productores a revisar sus estrategias de gestión financiera, incluidas decisiones sobre quién recibe soja y quién cobra en dólares, y cómo se negocian los contratos.

  • Oportunidades: Es probable que surjan mecanismos de valor agregado, integrando lógica de asociativismo y crédito agropecuario con mejores condiciones. También podría impulsarse un diálogo regulatorio sobre retenciones y políticas de arrendamientos, moderación de precios y mejora de la trazabilidad contractual.

Esta realidad exige mayor integración con instituciones como INTA y SENASA, así como participación activa de cooperativas y gremios del agro, para promover buenas prácticas agrícolas, optimizar rindes y reforzar la sustentabilidad económica del sector.

Agrolatam.com
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