Pilu Giraudo reemplazo del Senasa tras la renuncia de Pablo Cortese
Una salida inesperada y una llegada con peso propio agitan las aguas en el organismo sanitario. María Beatriz 'Pilu' Giraudo, asumirá la conducción del Senasa en reemplazo de Pablo Cortese
Un nuevo capítulo se abre en la conducción del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) con la inminente asunción de María Beatriz 'Pilu' Giraudo como nueva presidenta del organismo. Su llegada se produce tras la renuncia de Pablo Cortese, quien deja el cargo por "motivos personales", aunque fuentes del sector vinculan su salida al fuerte desgaste provocado por los recortes presupuestarios y el ajuste estructural impulsado por el Gobierno nacional.
Giraudo, referente del sector agropecuario argentino, no es una desconocida para los actores del campo. Fue presidenta de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Coordinadora de Políticas Públicas para el Desarrollo Sustentable durante el gobierno de Mauricio Macri y, más recientemente, vicepresidenta del INTA en la actual administración.
Aunque aún no se oficializó su nombramiento en el Boletín Oficial, fuentes cercanas a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca confirmaron que la decisión está tomada y que el cambio será efectivo en los próximos días.
El contexto en el que se produce este recambio no es menor. El Senasa ha sido uno de los organismos impactados por las medidas de reducción del gasto público. Los recortes han generado tensiones internas, limitaciones operativas y preocupación entre los técnicos por el sostenimiento de funciones críticas como el control fitosanitario, la trazabilidad, la sanidad animal y la fiscalización de agroquímicos y alimentos.
¿Qué puede aportar Giraudo en esta etapa compleja? Su perfil técnico-político y su cercanía con entidades del agro la posicionan como una figura de consenso. Defensora de las buenas prácticas agrícolas (BPA), la sustentabilidad y la tecnificación del campo, su llegada podría orientar al organismo hacia un enfoque más dialoguista con las cadenas agroalimentarias.
Además, su paso por el INTA le permitió articular con áreas clave de la ciencia y la innovación, dos pilares fundamentales si se pretende reforzar el rol del Senasa como garante de la calidad exportadora, la seguridad alimentaria y la competitividad de los agronegocios.
Desde el sector privado y las entidades gremiales se sigue con atención este nombramiento. La capacidad del Senasa para mantener altos estándares sanitarios y de calidad es fundamental no solo para la producción nacional, sino también para sostener los mercados internacionales abiertos, en un contexto de creciente exigencia regulatoria global.
En definitiva, la gestión de Giraudo estará atravesada por múltiples desafíos: asegurar el funcionamiento operativo del organismo en un contexto de ajuste, fortalecer la articulación con los productores y exportadores, y preservar la integridad del sistema sanitario agroalimentario argentino.
Habrá que ver si su experiencia, su legitimidad en el sector y su perfil técnico-político alcanzan para sostener el equilibrio necesario entre eficiencia administrativa y resguardo de la sanidad e inocuidad, dos activos estratégicos del agro argentino.