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Crecen las importaciones de carne brasileña

La apertura comercial y el dólar oficial bajo generan un fenómeno impensado: en el país del asado, la carne importada empieza a competir con la local

Argentina, símbolo mundial de la carne vacuna, atraviesa un escenario que pocos hubieran imaginado: importar carne desde Brasil en volúmenes récord. En lo que va de 2025, el ingreso mensual promedio llegó a 1.033 toneladas, contra las apenas 24 del mismo período del año anterior, según datos oficiales de Brasil citados por Bloomberg y la consultora AZ Group. 

 Aunque la cifra representa apenas una porción frente a las 250.000 toneladas que produce cada mes la ganadería local, la señal es fuerte: con un tipo de cambio oficial fortalecido y una política de mayor apertura comercial, en algunos casos resulta más barato traer carne de afuera que producirla en casa.

"Con la apreciación del peso, la carne brasileña empezó a competir en precio en el mercado argentino", explicó Diego Ponti, analista de AZ Group. Muchas operaciones se concentran en zonas limítrofes o en frigoríficos que trabajan a ambos lados de la frontera.

El trasfondo es económico y político. La estrategia del presidente Javier Milei de sostener un dólar oficial relativamente bajo -cerca de $1.360- para contener la inflación abarató las importaciones, pero también complicó la competitividad de la producción nacional y encendió alertas sobre la balanza comercial, clave en las metas con el FMI.

Desde la industria buscan bajar el tono. "Mil toneladas no significan nada frente a nuestra capacidad. En un mundo globalizado no es raro que un exportador también importe carne", aseguró Fernando Herrera, presidente de la Asociación de Productores Exportadores Argentinos.

Sin embargo, la suba de precios internos suma tensión. Con el consumo en torno a los 50 kilos por persona al año -todavía de los más altos del planeta-, los aumentos del 53% interanual en el Área Metropolitana golpearon fuerte al bolsillo, en pleno año electoral.

Mientras tanto, el escenario internacional también presiona: la decisión de Donald Trump de imponer un arancel del 50% a la carne brasileña podría redirigir excedentes hacia China, principal cliente argentino, con riesgo de baja en los precios globales.

En definitiva, más allá del volumen todavía reducido, las importaciones revelan que la economía argentina se encuentra en plena reconfiguración. Y hasta el país del asado empieza a jugar con las reglas del mercado global.

Agrolatam.com
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