Economia

Dólar oficial: a $1.435 y enciende alertas en el agro por inundaciones, emergencia y retenciones

La suba del oficial tras el revés electoral en PBA pega de lleno en un sector que ya lidia con inundaciones, emergencia agropecuaria y mercados volátiles. Con vecinos que empujan sus exportaciones, el campo argentino reclama previsibilidad y alivio fiscal.

Matías Cosenza
Matías Cosenza
Redaccion Agrolatam.com

El dólar oficial alcanzó los $1.435 en el Banco Nación, sumando $55 desde las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires. El mercado leyó el revés de La Libertad Avanza frente al peronismo como un signo de fragilidad política y económica, y lo trasladó a los precios. Los futuros del dólar mayorista ya anticipan valores de $1.446,5 en septiembre y de $1.605 en diciembre, superando los techos previstos por el esquema cambiario oficial.

Para el sector agropecuario, la suba no es un dato más. Cada movimiento del tipo de cambio pega de lleno en la ecuación del productor: insumos dolarizados más caros, créditos menos accesibles y un esquema de liquidación castigado por retenciones. A esto se suman las inundaciones recientes en el centro y norte bonaerense, que dejaron miles de hectáreas anegadas y forzaron la declaración de emergencia agropecuaria nacional, homologada para Buenos Aires y San Juan hasta agosto de 2025. El contraste es claro: mientras el tipo de cambio sube y los costos se recalientan, la producción queda frenada por un clima adverso.

Camino Rural Provincia de Bs As.

Camino Rural Provincia de Bs As.

El esquema actual de emergencia agropecuaria, diseñado por la Ley 26.509 en 2009, fue pensado con un fondo de apenas $500 millones anuales, un monto insignificante frente a las pérdidas actuales. Si bien los beneficios existen -prórroga de impuestos, créditos con tasas subsidiadas, alivio en Ganancias por ventas forzadas de hacienda-, la realidad es que la asistencia llega tarde y con escasa potencia financiera. De ahí la relevancia de los proyectos legislativos que buscan llevar la asistencia mínima a $130.000 millones y acelerar los plazos administrativos para que la ayuda se libere en tiempo y forma.

Mientras Argentina discute cómo aggiornar su marco de emergencia, la región no se detiene. Brasil viene de consolidar un récord histórico en soja, con proyecciones del USDA que anticipan otra campaña con niveles excepcionales en área y producción. A eso se suma el salto en sus exportaciones de aceite de soja, que están reconfigurando flujos comerciales hacia Asia. La estrategia brasileña es clara: más volumen, más mercados y un esquema fiscal que premia al exportador.

Cosecha Record

Cosecha Record

En el caso de Uruguay, el negocio ganadero mantiene su estabilidad: con exportaciones cercanas a 475.000 toneladas equivalentes res en 2025, el país muestra cómo reglas previsibles, acuerdos sanitarios sólidos y una carga tributaria más baja permiten sostener la competitividad en un negocio de ciclo largo. Paraguay, en tanto, cerró 2024 con un boom sojero superior a las 11 millones de toneladas y exportaciones que ya rondan los 8 millones, consolidando su perfil agroexportador con estabilidad macro y menores costos logísticos hacia la hidrovía.

El contraste regional deja a la Argentina en una encrucijada. Con retenciones que deprimen el precio percibido por el productor, un dólar oficial que sube pero no corrige las distorsiones y una brecha cambiaria que desalienta liquidaciones, el campo pierde competitividad. Las inundaciones de este año, sumadas a la sequía histórica de 2022/23, dejan claro que la ecuación es cada vez más vulnerable: clima más extremo, mercados más exigentes y políticas internas que restan previsibilidad.

Ganaderia Sustentable

Ganaderia Sustentable

La FAO y la OCDE proyectan para la próxima década precios internacionales más estables o en retroceso en varios commodities, con creciente presión de los consumidores por trazabilidad, reducción de la huella de carbono y prácticas sustentables. Argentina tiene condiciones para competir en ese tablero -tecnología, biotecnología, agricultura digital-, pero necesita financiamiento accesible, reglas claras y un sistema impositivo que no castigue al productor en plena emergencia.

El productor, mientras tanto, recalcula su caja. Después de las lluvias extremas, la prioridad pasa por recuperar lotes, asegurar insumos clave y cubrirse en los mercados de futuros para no quedar expuesto a un dólar que parece sin freno. En ganadería, ordenar la sanidad y el manejo de rodeos es vital para no perder más en barro y stress hídrico. A nivel empresa, se impone renegociar plazos, ajustar inversiones y privilegiar obras de rápida amortización como drenajes o reservorios.

La política tiene tres llaves en la mano: emergencia ágil y financiada, incentivos pro exportación y obras de infraestructura adaptadas al cambio climático. Si el Gobierno no acelera en esas direcciones, corre el riesgo de perder mercado frente a vecinos que no paran de expandir. El dólar oficial en alza es solo la punta del iceberg: lo que está en juego es si Argentina puede sostener su lugar en la provisión global de alimentos o si cede espacio en la región justo cuando más divisas necesita.

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