Dólar en tensión: el oficial salta y el CCL supera los $1.500 pese a la intervención de Estados Unidos
A menos de diez días de las elecciones legislativas, el dólar volvió a dispararse y los mercados reflejan una creciente incertidumbre. Ni la intervención del Tesoro norteamericano ni la inyección de $2 billones lograron frenar la presión cambiaria.
La tensión cambiaria volvió a dominar la jornada financiera de este viernes. El dólar oficial subió con fuerza y el Contado con Liquidación (CCL) superó los $1.500, en medio de un clima de expectativa por el desenlace electoral del 26 de octubre y las señales cruzadas sobre el rumbo del régimen cambiario.
Ni la intervención del Tesoro de Estados Unidos, confirmada por el propio secretario Scott Bessent, ni la inyección de $2 billones al sistema financiero alcanzaron para calmar al mercado, donde los operadores mantienen una clara preferencia por el billete norteamericano ante la falta de definiciones locales.
Durante la mañana, el embajador estadounidense Peter Lamelas aseguró que "pronto habrá grandes noticias que fortalecerán la alianza económica entre Argentina y Estados Unidos". Sin embargo, en la city porteña la reacción fue de cautela: el anuncio fue interpretado más como un mensaje político que como un cambio estructural.
En el mercado mayorista, el dólar se negocia a $1.459, una suba de $55 respecto al cierre anterior, acercándose peligrosamente al techo de la banda cambiaria de $1.489,10. En el tramo minorista, el Banco Nación lo ofrece a $1.485, mientras que el promedio del Banco Central lo ubica en $1.466,20.
Los dólares financieros también acompañaron la escalada: el MEP avanzó un 2% hasta $1.502,57, el CCL se movió un 1,8% arriba a $1.518,08, y el dólar blue subió $5 para cerrar en $1.470. En tanto, el dólar cripto se negoció a $1.505, según datos de Bitso.
El clima de volatilidad se trasladó al mercado de futuros, donde los contratos para fin de mes se posicionaron en $1.458 y los de abril de 2026 escalaron a $1.729, una suba diaria del 1,83%.
En paralelo, los bonos en dólares cayeron con fuerza y los ADRs argentinos en Wall Street operaron con comportamiento dispar, reflejando la incertidumbre global que domina los precios locales.
"Todos se cubren por las elecciones. Mucha incertidumbre", sintetizó Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment, ante la consulta de medios financieros. "La ayuda americana permite no perder reservas estos días, pero nadie se confía", agregó.
El analista recordó que "el mercado va a esperar el resultado electoral, sobre todo el desempeño de la Provincia de Buenos Aires y el impacto político de José Luis Espert", factores que podrían marcar el tono de las primeras reacciones post comicios.
En la city, las versiones de que bancos locales habrían vendido dólares por cuenta y orden del Tesoro estadounidense alimentaron el nerviosismo. "Lejos de calmar la demanda, esos rumores la avivaron", señalaron desde la consultora PPI, que también confirmó que el organismo norteamericano intervino el dólar CCL, además del oficial.
La jornada estuvo marcada además por la renovación parcial de deuda: el Tesoro local solo logró renovar el 45,7% de los vencimientos del miércoles, lo que derivó en la mencionada inyección de $2 billones al sistema financiero, con el objetivo de contener la volatilidad en las tasas en pesos.
El resultado fue mixto: las tasas de caución cerraron en 20%, luego de haber tocado un máximo intradiario de 93%. Los analistas interpretan esa baja abrupta como una señal de liquidez forzada, más que de confianza sostenida.
A menos de una semana de los comicios, las próximas seis jornadas serán decisivas para anticipar los movimientos del mercado cambiario. En las mesas de dinero nadie descarta que, tras el 26 de octubre, se produzca un cambio de régimen cambiario, incluso con una eventual corrección en la banda del dólar.
Por ahora, los anuncios no alcanzan para calmar el escenario. El mercado sigue operando con la lógica del refugio, mientras el peso pierde terreno y la incertidumbre política acelera la dolarización de carteras.
En palabras de un operador del microcentro: "Acá no falta plata, falta confianza."