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El campo vuelve a empujar: las exportaciones agroindustriales crecieron 6,4% y la soja volvió a liderar

En septiembre, el agro argentino exportó USD 4.814 millones, un 21% más que el año pasado. El impulso vino de la soja, el girasol y las carnes, aunque el maíz y la cebada mostraron retrocesos.

Maria Jose Huerta
Redacción AgroLatam.com

El motor del campo argentino volvió a encenderse. Según el Informe Mensual de Exportaciones por Complejos del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), las ventas externas del sector sumaron USD 37.315 millones entre enero y septiembre de 2025, lo que representa un incremento del 6,4% respecto del año anterior. Solo en septiembre, el país exportó USD 4.814 millones, unos 843 millones más que en el mismo mes de 2024.

Detrás de esa mejora hay nombres propios: la soja, el girasol y la carne vacuna fueron los grandes protagonistas del repunte, mientras que el maíz y la cebada se ubicaron entre los complejos que más sintieron la desaceleración. El informe también señala que el Tipo de Cambio Real Multilateral se elevó un 4% mensual, aunque todavía se mantiene 9% por debajo del promedio de 2024, lo que sigue afectando la competitividad exportadora.

La soja volvió a liderar las exportaciones agroindustriales argentinas en 2025, con ventas por casi USD 15.000 millones impulsadas por la harina y el aceite crudo.

La soja volvió a liderar las exportaciones agroindustriales argentinas en 2025, con ventas por casi USD 15.000 millones impulsadas por la harina y el aceite crudo.

El complejo sojero ratificó su rol como el corazón del comercio exterior argentino. En lo que va del año, exportó casi USD 15.000 millones, con una suba interanual del 4%. El rubro que más traccionó fue el de porotos sin procesar, con un salto de 74,8%, seguido por la harina y el aceite crudo de soja. Aun así, el precio promedio cayó de USD 473 a 429 por tonelada, lo que refleja un mercado internacional más volátil y competitivo.

El complejo cárnico y de cuero vacuno también se destacó: con un aumento del 23% interanual, alcanzó USD 3.035 millones en exportaciones. China y la Unión Europea continuaron como los principales destinos. Los cortes congelados deshuesados y la carne fresca refrigerada lideraron los envíos, con un precio promedio que trepó a USD 3.698 por tonelada, un 27% más que el año pasado.

La carne vacuna recuperó protagonismo: las exportaciones crecieron 23% interanual y consolidaron a China y la Unión Europea como principales destinos.

La carne vacuna recuperó protagonismo: las exportaciones crecieron 23% interanual y consolidaron a China y la Unión Europea como principales destinos.

Entre los rubros que sorprendieron al alza, el girasol fue la estrella: registró un crecimiento del 55%, totalizando USD 1.662 millones. El impulso provino del aceite en bruto (+35%) y las harinas de girasol (+25%), con precios internacionales firmes y una buena cosecha nacional. También el trigo mostró una mejora del 13%, con USD 2.343 millones exportados, gracias a la recuperación de los rendimientos y una mayor demanda de África del Norte y Asia.

En cambio, el maíz -segundo complejo en importancia- retrocedió un 1%, afectado por una caída de precios y menores embarques hacia mercados tradicionales como Vietnam y Argelia. En el caso de la cebada, las exportaciones bajaron 16%, reflejando la menor demanda de la industria cervecera y la competencia externa.

El maíz, segundo complejo exportador del país, mostró un leve retroceso del 1% en 2025, afectado por menores precios y envíos más acotados.

El maíz, segundo complejo exportador del país, mostró un leve retroceso del 1% en 2025, afectado por menores precios y envíos más acotados.

El siguiente cuadro resume el desempeño de los principales complejos exportadores:

ComplejoExportaciones (USD millones)Var. 2025 vs 2024Participación %
Soja14.967+4%40,1%
Maíz5.552-1%14,9%
Carne y cuero vacuno3.035+23%8,1%
Trigo2.343+13%6,3%
Girasol1.662+55%4,5%
Pesquero1.550-2%4,2%
Bovino-lácteo1.002+17%2,7%

En conjunto, los seis principales complejos representan más del 80% de las exportaciones agroindustriales argentinas. El resto del universo exportador, que incluye maní, frutas, productos forestales y lácteos, mantuvo una evolución más estable, aunque sin grandes saltos.

A nivel macroeconómico, el Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) mostró una leve recuperación en septiembre, pero sigue rezagado frente a los costos internos y la inflación. Según el informe, la competitividad frente a socios como Brasil, Chile o Estados Unidos cayó entre 8% y 11% interanual, lo que obliga a revisar políticas de retenciones, financiamiento y logística para no perder terreno en los mercados internacionales.

El tipo de cambio real subió 4% en septiembre, pero sigue 9% por debajo del promedio de 2024, lo que limita la competitividad exportadora.

El tipo de cambio real subió 4% en septiembre, pero sigue 9% por debajo del promedio de 2024, lo que limita la competitividad exportadora.

El campo argentino logró crecer pese a las trabas estructurales. Con una brecha cambiaria todavía amplia y una carga impositiva que supera la de sus competidores regionales, el mérito de la mejora radica más en la productividad del sector que en un entorno favorable. La adopción de tecnología de precisión, biotecnología y agricultura digital ayudó a compensar parte de las distorsiones internas.

De cara a los próximos meses, los analistas del CAA prevén un cierre de año positivo, aunque advierten que el verdadero desafío será mantener el ritmo exportador en un contexto global incierto, con precios de commodities más inestables y una presión creciente sobre la sustentabilidad y trazabilidad de los productos agroalimentarios.

Argentina tiene, una vez más, la posibilidad de reafirmar su rol como proveedor confiable de alimentos. Pero el reto no pasa solo por producir más, sino por exportar con mayor valor agregado, consolidar mercados y aprovechar las ventajas del Mercosur. En un mundo que vuelve a mirar al agro latinoamericano, la pregunta sigue siendo la misma: 

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