Bajo el agua y sin respuestas: productores de 9 de Julio estallan contra la política
Con más de 2 millones de hectáreas bajo agua, los productores de 9 de Julio encendieron la protesta frente a la intendencia. Reclaman obras y denuncian la ausencia de respuestas políticas.
Los manifestantes fueron recibidos apenas por un funcionario de tercera línea, lo que encendió todavía más la bronca. La intendenta María José Gentile y el secretario de Obras Públicas nunca aparecieron. Según testigos, la charla con el funcionario derivó en gritos, golpes en la mesa e insultos, reflejando la impotencia de un sector que siente que la política le da la espalda.
La productora María Laura Mozun, de Carlos María Naón, resumió el malestar en declaraciones a medios locales: "La gente necesita una respuesta. Si no piensan en los pueblos, no piensan en la producción. Es muy triste".
El problema trasciende lo estrictamente productivo. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) había advertido semanas atrás que la falta de infraestructura aisla comunidades rurales enteras, donde los chicos no pueden ir a la escuela, una ambulancia no puede ingresar en una emergencia y trasladarse a un pueblo cercano se convierte en una odisea.
Mientras tanto, las pérdidas económicas se multiplican y crece la incertidumbre de cara a la próxima campaña agrícola. El reclamo que se escuchó en 9 de Julio no fue solo por las hectáreas inundadas: fue también un grito por la vida en los pueblos rurales, que siguen esperando decisiones políticas que nunca llegan.