Junio dejó el mayor superávit del año, pero con luces amarillas en el horizonte
El comercio exterior arrojó un saldo positivo de u$s906 millones, impulsado por la energía. las importaciones crecieron fuerte y el rojo con Brasil y China preocupa.
En un año atravesado por ajustes, reacomodamientos y expectativas cambiantes, junio trajo un alivio parcial para las cuentas externas. Según datos del INDEC, la balanza comercial registró un superávit de u$s906 millones, el más alto en lo que va del 2025. La cifra se explica por una combinación de mayores exportaciones -traccionadas por el sector energético- y una leve contracción en las importaciones respecto al mes previo.
Las exportaciones alcanzaron los u$s7.275 millones, con un aumento del 10,8% interanual y un avance del 4,4% frente a mayo. El motor principal fue el rubro de combustibles y energía, que trepó un 74% respecto al mismo mes del año anterior. Las manufacturas industriales también mostraron un repunte del 12,9%, mientras que los productos primarios del agro apenas crecieron 2,6%.
Pero no todas son buenas noticias. Las importaciones también escalaron: llegaron a u$s6.370 millones, con un aumento interanual del 35,9%. La suba se explicó por un salto del 53,2% en cantidades, contrarrestado por una baja del 11% en los precios. Aunque el dato desestacionalizado mostró una caída del 1,2% respecto a mayo, el volumen de compras externas sigue siendo elevado.
El resultado positivo de junio no logra eclipsar una tendencia que preocupa: el superávit cayó casi u$s1.000 millones respecto al mismo mes del año pasado. La razón está en el mayor ritmo de crecimiento de las importaciones en relación con las exportaciones. Además, persisten saldos deficitarios con los principales socios comerciales: u$s615 millones con Brasil, u$s423 millones con China y u$s188 millones con la Unión Europea.
Los especialistas advierten que, aunque la mejora en energía es una buena señal, la balanza sigue siendo vulnerable. Las tensiones con el tipo de cambio, el impacto de las nuevas retenciones y la evolución del comercio regional podrían condicionar el segundo semestre.